Roma.- El 82 por ciento de los italianos come pasta cinco días a la semana y seis de cada díez la consumen como plato único, según una encuesta hecha pública hoy, coincidiendo con la celebración del día mundial dedicado a este producto tan ligado a la imagen de Italia.
De los "grandes clásicos" a las sugestiones de la denominada cocina de fusión, la pasta se confirma como la reina de la mesa italiana, como lo demuestra un estudio paralelo sobre la evolución de los gustos en los últimos cincuenta años.
Volviendo estrictamente al consumo, el sondeo del instituto de investigaciones de mercado CIRM constata que la mitad de los italianos, un 52,9 por ciento, comen pasta a diario, con más en el centro y el sur del país, que aventajan claramente en estos menesteres a sus compatriotas del Norte.
Si el 63 por ciento de los encuestados piensa que la pasta todavía se puede considerar un primer plato, el 35,6 por ciento la ve ya, en cambio, como un plato único y sustancioso, debido a las infinitas combinaciones con carne, pescado, verduras e incluso frutas.
En el fondo de la encuesta se confirma que el hábito del 63,7 por ciento de los italianos es consumir pasta como plato único, más en la comida (48,1%) que en la cena (15,6%).
El sondeo sobre las especialidades más representativas del último medio siglo lo encabezan en los años 50 los maccheroni al ragu (macarrones al ragú), con un 40,1 por ciento de las preferencias, y spaghetti a la carbonara (con panceta, huevo batido y queso pecorino), con un 11,3 por ciento de consensos.
El plato de pasta más reconocido en los años 60, según la encuesta, son los bucatini (spaghetti grueso con un agujero en medio) all'amatriciana (panceta y tomate aliñado con diversas hierbas, especies y guindilla).
La palma en los 70 se la llevan los penne (pequeños macarrones cortados en diagonal) all'arrabiata (con tomate picante) y en los ochenta los populares spaghetti con aglio, olio e peperoncino (ajo, aceite y guindilla), seguidos de le farfalle (lazos) con salmón.
El plato más destacado de los 90 tiene acento genovés: trenette al pesto con gamberi (tallarines anchos con gambas y una salsa a base de albahaca, piñones, ajo, aceite y queso grana), seguido de la ensalada de pasta, la pasta con judías o garbanzos y la frutti di mare (con gambas, mejillones, almejas y otros frutos del mar).
Para el milenio recién comenzado se proponen especialidades como los tortiglioni (pasta corta redonda) con atún, vinagre balsámico de Módena y verduras o los vermicelli (pasta corta retorcida) con verduras crujientes y crustáceos.