MÉXICO.- La nueva cinta de Doug Liman “Identidad Desconocida”, marca un nuevo estilo para las películas de espionaje al alejarse de las clásicas historias a la 007, llenas de acción, aventuras y hermosas modelos, para incursionar en un nuevo y contemporáneo enfoque, en donde la introspección y el autoconocimiento se apoderan de la trama.
La cinta es una adaptación de la novela del mismo nombre de Robert Ludlum, que forma parte de la serie de Jason Bourne: “The Bourne Identity” (1980), “The Bourne Supremacy” (1986) y “The Bourne Ultimatum” (1990), las cuales podrían quizá llegar a formar una trilogía también en cine. El filme, más que presentar a un héroe que nunca se despeina, que tiene éxito en todas sus misiones, cuenta la historia de un hombre con amnesia (Matt Damon) que despierta en un barco pesquero italiano luego de que la tripulación lo encontró flotando en el mar Mediterráneo, herido por dos balas y el número de una cuenta en un banco suizo implantado bajo la piel.
Al despertar, se da cuenta que no recuerda ni su identidad ni su pasado, pero poco a poco va descubriendo que posee una habilidad extraordinaria para el combate cuerpo a cuerpo y domina varios idiomas a la perfección, lo que habla de un peligroso pasado. Pronto, varias agencias de inteligencia empiezan a perseguirlo para matarlo, y debe descubrir porqué, al tiempo que averigua quién es.
En el depósito de seguridad del banco encuentra pasaportes, una gran cantidad de dinero en efectivo, una pistola y un nombre: Jasón Bourne, y una dirección en París. Aunque esto no devela el misterio de su identidad, no cabe duda de que lo siguen.
Afuera del consulado de Estados Unidos en Zurich (una de las secuencias de suspenso mejor logradas de la cinta), conoce a una gitana alemana, Marie Kreutz (Franka Potente, “Corre Lola Corre”, “La Princesa y el Guerrero”), a quien le ofrece una jugosa recompensa por llevarlo en su auto a París.
El rastro de Bourne llega hasta Virginia, EU, donde se asienta una base de la CIA, donde se lleva a cabo una controversial operación clandestina llamada Treadstone. Mientras Bourne procura desesperadamente mantenerse con vida, los agentes de Treadstone se concentran en eliminarlo de la manera más rápida y eficiente.
Matt Damon, de suyo cerebral y melancólico, otorga a su personaje una dimensión más profunda, es capaz de encarnar el dilema que sufre Bourne para darle sentido a su búsqueda, desligándose así del estereotipo del agente secreto creado por Ian Fleming.
El incipiente romance que entablan Bourne y Marie Kreutz también se sale del común denominador de los protagonizados por James Bond y los otros espías. Lejos del misterio y del provecho que éstos sacan de sus acompañantes, en la cinta ambos protagonistas unen irremediablemente sus destinos.
Otro aspecto que vale la pena resaltar son las hermosas locaciones de las calles de París, Praga (que hace las veces de Zurich) y el Mediterráneo italiano, además de los efectos especiales para crear la atmósfera de peligro y acción de la historia.