Ganó Tena
¿Qué tal, amigos..? Es cierto que son los futbolistas que están dentro del terreno de juego, los que anotan los goles y fallan las opciones, así como también cometen errores que muchas veces influyen en los resultados de un partido, como los autogoles de Germán Villa del América y Melvin Brown de Cruz Azul.
Sin embargo, siempre hemos considerado que es muy importante el trabajo del entrenador para conseguir buenos resultados, ya que muchos piensan que el entrenador “pone” a once jugadores que son los que ganan o pierden los partidos, por eso hemos repetido muchas veces “Los entrenadores sí juegan”.
En el triunfo del Santos Laguna ante el América, los Guerreros dieron una gran exhibición de futbol bien jugado por lo que se reconoce el esfuerzo de los jugadores, sin embargo creemos que fue fundamental el técnico Luis Fernando Tena, primero en el trabajo previo y luego ganarle fácilmente el duelo en la cancha a Manuel Lapuente, con los cambios y ajustes que necesitaba el equipo.
El trabajo del entrenador no es de 90 minutos, este empieza cuando todavía no ha terminado el partido que se está jugando y ya sabe qué es lo que debe hacer en el partido de vuelta.
Lo primero que tuvo que hacer Luis Fernando Tena, fue CONVENCER a sus propios jugadores de que sí eran capaces de enfrentar al América de “tú a tú” y salir con el triunfo del Estadio Azteca, a eso se le llama “entrenamiento invisible”, ya que se realiza a través de charlas individuales y grupales con los propios jugadores, pero ante todo con una ACTITUD triunfalista sin caer en el exceso de confianza, para trasmitir SEGURIDAD a sus dirigidos durante los entrenamientos, la concentración, los momentos de descanso, etc.
“¿Cómo te sientes Joaquín?, tranquilo, el domingo ganamos y vas a jugar un gran partido”, “¿Cómo amaneciste Adrián?... Hoy no hay Cuauhtémoc ni ‘Misionero’ que te anote un gol”, nos imaginamos que así debió ser el trato con algunos jugadores, inyectándoles OPTIMISMO, aclaramos que no son palabras textuales de Tena, simplemente lo escribimos para que los aficionados se den una idea de lo que podría haber sido una parte del trabajo realizado por el técnico antes del partido. (Estamos a 280 kilómetros de Torreón).
Con un gran trabajo sicológico llegaron los Santos al Estadio Azteca y desde el primer minuto mostraron que no iban a ser presa fácil del Águila, una vez más destacó Joaquín Reyes por el lado izquierdo, quien jugó un gran partido y taladró hasta la última línea americanista para seguir poniendo pases para gol, eso es precisamente lo que le faltaba para volver a su nivel, pero todo gracias a la confianza que le otorga su técnico.
Sería injusto mencionar que solamente Reyes jugó bien, sin embargo al igual como lo hizo Lapuente en el encuentro anterior (sacó al “Misionero” luego de anotar dos goles), el primer cambio fue de un jugador destacado al ataque para reforzar la defensa, pero cuando Lapuente decidió poner a los delanteros Marcelo Lipatín y a Jesús Mendoza, Tena le respondió con el ingreso de Gabriel Palmeros por Reyes para ajustar su defensa, y cuando vio que el América se le iba encima, entonces ingresó Eduardo Lillingston por Manjarín con la finalidad de mantener el ataque del equipo y para redondear su gran trabajo, sacó al “Pony” Ruiz para que Jorge Campos se meta atrás y juegue los peligrosos últimos cinco minutos y conseguir un gran triunfo que los pone en semifinales.
Lo dicho, Tena le ganó en todo a Lapuente.
¡Hasta pronto!.