San Salvador, El Salvador.- Los médicos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) en huelga desde hace siete días amenazaron ayer con renunciar en forma masiva, si el gobierno insiste en negarse a detener la supuesta privatización de la entidad.
Conforme pasan los días sin que las autoridades den muestras de flexibilidad, las actividades en los distintos hospitales del Seguro Social se paralizan con mayor fuerza y se adhieren más filiales del interior del país a la medida de presión.
El paro, apoyado por los Sindicatos de los Trabajadores (Stisss) y de los galenos (Simetris), amenaza con tomar las dimensiones a la huelga realizada en el 2000 por las mismas causas, y que tuvo graves consecuencias en la salud de los derechohabientes.
El secretario general de Simetris, Ricardo Alfaro, anunció en rueda de prensa que sus colegas están evaluando dimitir “si las autoridades no quieren entrar a dialogar”, lo cual significará que en un momento dado “los hospitales quedarán solos. Así de fácil”.
El dirigente desestimó las medidas de contingencia del gobierno para solucionar la atención de los pacientes como el traslado de cirugías en nosocomios privados al sostener que todo el equipo médico está en las instalaciones del ISSS.
Denunció que el gobierno ya comenzó a despedir al primer colega y aplica la misma política con los trabajadores en otras áreas.
“Esperamos que no continúe con esto (pero) las medidas van a ser revertidas”.
Informó que el despido del médico por parte de la dirección del Seguro se dio en el sector de radioterapia del hospital de Oncología porque el especialista decidió solidarizarse con la huelga.
La medida de presión de los huelguistas, de carácter indefinida y escalonada, se ha ido cumpliendo, pues casi todos centros de salud se han sumado en esta capital, mientras en el interior del país ha comenzado a ser efectiva.
Plan de contingencia
El vicepresidente salvadoreño, Carlos Quintanilla, en declaraciones a periodistas dijo que el paro no ha sorprendido al Ejecutivo ya que había sido anunciado con anticipación y por ello se prepararon para un plan de contingencia.
Explicó que en la entrega de medicinas se tomó la decisión de habilitar farmacias ajenas para que el usuario pueda accesar a ellas y también se recurrirá a la Liga del Cáncer para atender a los enfermos en esa área.
El funcionario aseguró que la huelga no es efectiva, ya que son los mismos sindicalistas que ingresan a un hospital y otro para pedir la solidaridad del personal, pero una vez se retiran la atención se restablece.
“Lo que sí puedo señalar es el esfuerzo que estamos haciendo como gobierno para dar el servicio a los derechohabientes, frente a la irresponsabad de estas personas, que se niegan a atenderlos”, apuntó Quintanilla.
A juicio del vicegobernante, la huelga se ha dado por el despido de 10 sindicalistas la semana pasada por supuestos actos de corrupción, pero los trabajadores despedidos dicen que fue por apoyar el paro en rechazo a la privatización.
Quintanilla dijo que no dialogarán con los huelguistas “y la única posibilidad de concertación es que regresen a sus trabajos. No podemos concertar para darles el empleo a quienes irresponsablemente hicieron mal uso de los recursos”.