MINNEÁPOLIS.- Los Mellizos de Minnesota, que estuvieron a punto de desaparecer del mapa de las Grandes Ligas, simplemente se niegan a desvanecerse.
Joe Mays maniató a Anaheim durante ocho entradas y Corey Coskie bateó el doble decisivo, llevando ayer a los Mellizos a un triunfo de 2-1 sobre los Serafines de Anaheim, en el primer juego de la serie de campeonato de la Liga Americana.
Ante una delirante concurrencia de 55,562 fanáticos, los Mellizos indicaron que ha llegado la hora de olvidar a los Yanquis, los Bravos y otros equipos ricos que han dominado los playoffs en años recientes.
Y mostraron además lo dominantes que son en casa, mejorando su récord allí a 13-2 en postemporadas. El segundo juego de la serie se celebrará hoy en el mismo estadio, con Rick Reed lanzando por los Mellizos contra Ramón Ortiz.
La atmósfera en el Metrodome fue festiva y bulliciosa para su partido más importante desde el 27 de octubre de 1991, cuando Jack Morris lanzó una blanqueada de 10 innings ante Atlanta para ganar el séptimo juego de la Serie Mundial. La concurrencia estuvo en pie y gritando en los momentos claves del juego y durante todo el noveno episodio.
"Yo pienso que el lugar tenía mucha electricidad. Obviamente, los fanáticos estaban en ello", dijo el manager de los Serafines, Mike Scioscia. "Estaban reaccionando a cada lanzamiento. Pienso que fue una excelente atmósfera".
Los dueños de equipos trataron al final de la campaña pasada de eliminar a los Mellizos y a los Expos de Montreal, pero se vieron impedidos por los tribunales en Minnesota. Desde entonces, los Mellizos parecen decididos a tomar venganza, forzando al comisionado Bud Selig a entregarles el trofeo de la Serie Mundial.
Anaheim, también, es una sorpresa en esta ronda. Los Serafines buscan su primera aparición en la Serie Mundial, desde que se sumaron a las mayores en 1961.
Mays, vapuleado por Oakland en el segundo juego de la serie divisional, amarró corto a los poderosos Serafines, que batearon .376 en su triunfo en cuatro juegos sobre los Yanquis en la primera ronda.
"Él lo tenía todo esta noche", dijo el piloto de los Mellizos, Ron Gardenhire. "Atacó a los bateadores y les hizo tirarle a los lanzamientos".
Mays toleró solamente cuatro hits y una carrera sucia, causada por un error del torpedero Cristian Guzmán, además de ponchar a tres y no dar bases en ocho innings. El derecho, que hizo 98 lanzamientos, 68 de ellos strikes, dijo que fue el "juego de mi vida".
"Había tanta energía, tanto entusiasmo en la muchedumbre", dijo. "Salir al terreno y darles un buen partido, pienso que esa es la recompensa".
Eddie Guardado lanzó el noveno sin permitir hits, para el salvamento.
El abridor de Anaheim, Kevin Appier, lanzó casi tan bien como su rival, tolerando solamente dos carreras y cinco hits en cinco innings, pero aun así fue el derrotado.
Minnesota se fue adelante en el segundo episodio, cuando Torii Hunter dobleteó, avanzó a segunda aprovechando un wild pitch y vino al plato con un elevado de sacrificio de A.J. Pierzynski.
Anaheim empató la pizarra en el tercero con sencillos de Adam Kennedy y David Eckstein, y el error de Guzmán en una rola de Darin Erstad que se le arrastró.
Koskie empujó la carrera decisiva en el quinto, con un doblete junto a la raya del derecho luego que Luis Rivas recibiese la base y Guzmán diese un sencillo.
"Este es un gran triunfo", dijo Koskie. "Pero aún tenemos que ganar tres partidos más".
Por Minnesota, el dominicano Guzmán de 3-1, su compatriota David Ortiz de 3-1 y el boricua Rivas de 2-0, una anotada.
Por Anaheim, el boricua Benjamín Molina de 2-0 y su hermano José de 0-0.
Anaheim 001 000 000 – 1 4 0
Minnesota 010 010 00x – 2 5 1
Appier, Donnelly (6), Schoeneweis (7), Weber (8) y BMolina, JMolina (8); Mays, Guardado (9) y Pierzynski. G.- Mays 1-0. P.- Appier 0-1. Sv.- Guardado (1).