Reuters
México.- El gobierno mexicano trazó un panorama macroeconómico para el próximo año razonable pero con metas ambiciosas, como una reducción del déficit fiscal en medio de un modesto crecimiento del PIB, dijeron analistas ayer.
A inicios de semana, el jefe de las finanzas públicas de la segunda mayor economía de América Latina, el secretario de Hacienda, Francisco Gil, entregó a legisladores una versión preliminar con los principales supuestos económicos con que está elaborando el presupuesto fiscal del 2003.
Lo que presentó Gil para el año que viene fue calificado por los parlamentarios como realista y austero: un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3.0 por ciento, la misma meta de inflación del banco central también de 3.0 por ciento y un precio promedio del barril de petróleo de 17 dólares.
Para este año, los cálculos de analistas apuntan a un crecimiento de la economía cercano al 1.5 por ciento o menos. Y según varios economistas, la inflación a diciembre podría ubicarse sobre el 4.5 por ciento anual fijado como meta.
El secretario Gil, conocido por ser esquivo con la prensa, anunció además la intención del gobierno del presidente Vicente Fox de reducir el déficit fiscal en el 2003 a un 0.5 por ciento del PIB, desde el planeado déficit de 0.65 por ciento en el 2002.
?El marco es bastante razonable en general?, dijo Gerardo Cruz, presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).
?Hay metas ambiciosas como la de inflación y la del déficit, pero creo que son prueba de que va a seguir una congruencia en la política macroeconómica, de que se va a sacrificar gasto y se va a apretar la política monetaria para poder cumplir?, agregó.
El gobierno estimó un precio promedio de la mezcla mexicana del barril de petróleo de 15.5 dólares para el 2002, aunque durante el año el valor se ha ubicado por arriba de ese cálculo. ?Para el año 2003 estaremos operando con un presupuesto austero (...) efectivamente, en México tenemos presupuestos fiscales limitados, pero además tenemos que actuar con gran transparencia, honestidad y rendición de cuentas?, dijo Fox en un evento con constructores.
Dificultad bajar deficit
Los analistas consideraron que la reducción del déficit será el punto más difícil porque para cumplirla el gobierno tendría que hacer duros ajustes a su gasto corriente o de inversión que podrían desmotivar del PIB de 3.0 por ciento.
En varias ocasiones desde el año pasado, Hacienda ha debido salir a ajustar el gasto público, a través de recortes y ahorros, para no desbordar el déficit fiscal acordado con el Congreso.
?Es difícil que el Congreso apruebe la reducción del déficit fiscal porque implicaría una intensificación de la política fiscal restrictiva que traería como consecuencia un menor ritmo de crecimiento económico?, dijo Miguel Gaytán, director de Análisis de la firma mexicana Bursamétrica.
?El sector público ya tiene mucho gasto de inversión rezagado, creo que para lograr el déficit sin aumentar ese rezago tendrían que bajar el gasto corriente con un recorte fuerte de burócratas?, consideró César Castro, director de Análisis del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas de México (CAPEM).