México se encuentra calificado internacionalmente en la escala del 1 al 10 con un 3.7 por ciento en corrupción, dijo Benjamín Hill Mayoral, director de Contenido en la Unidad de Vinculación para la Transparencia, de la Secretaría de la Contraloría de la Federación.
En el marco del desayuno mensual de Coparmex, Benjamín Hill al ser entrevistado indicó que México se mantiene con 3.7 puntos, en la escala del 1 al 10, en corrupción, lo que lo coloca en una situación no muy grave pero preocupante, pues desafortunadamente la corrupción mantiene altos costos para los sistemas de gobierno y de desarrollo de cualquier país.
Explicó que la corrupción va mucho más allá de las “mordidas”, de los sobornos o de los montos que se invierten para estos efectos, pues este fenómeno social debilita la cultura cívica de quienes participan en el proceso.
Dijo que no hay un país que esté libre de corrupción, pero se habla de grados, y en el caso de México las cifras preocupan a la sociedad y en este sentido el gobierno federal está trabajando en lo correspondiente, como fue con la reciente aprobada Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Gubernamental, que abre el conocimiento a la ciudadanía, sobre las acciones que antes se encontraban ocultas y en manos de las instituciones públicas.
Agregó que el 3.7 de calificación en la corrupción de México fue una referencia internacional que se realizó durante el 2001; el país mejor calificado fue Finlandia, con menor puntaje, y el país más corrupto fue Bangla Desh. Los países fueron calificados a través de un sinnúmero de indicadores, como han sido los niveles de desarrollo institucional, el ingreso per cápita, el desarrollo humano, etcétera.
Finalmente, indicó que ha sido difícil la medición de la corrupción en México y el avance que se ha tenido en su erradicación, sin embargo, se ha pedido la colaboración de instituciones ajenas a la Secodam, como el ITESM y la UNAM, que han estado diseñando análisis y estudios para determinar parámetros, con los que se puede medir la corrupción, los avances y los retrocesos, pues consideró que era incorrecto que la Secodam determinará estos sistemas de medición.