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México, D.F.- Para el gobierno de México no hay “distingos ni privilegios”; si alguien comete un delito, el Estado tiene la obligación de perseguirlo, así sean ministros de culto, dijo ayer el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Javier Moctezuma Barragán. Ello, con relación al proceso de extradición que se le sigue al sacerdote Edgar Gaudencio Hidalgo Domínguez, acusado de pederastia por el gobierno de Italia.
México lo único que hizo fue “obsequiar” la extradición según lo establecen los tratados internacionales y por tanto, si se requiere, seguirá coadyuvando en este proceso ya que “cualquier persona que comete un delito, merece un castigo, pero también cualquier persona que se le impute un delito, merece un juicio justo”.
Esto fue señalado por el funcionario, al participar ayer en la mañana en el encuentro “interreligioso” Día Internacional de la Paz organizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que estuvieron presentes ministros de iglesias como la Luz del Mundo, Mormona, Presbiteriana, Anglicana, así como budista, entre otras.
Igualmente se refirió al evento del domingo pasado, en el que el propio cardenal primado de México, Norberto Rivera, encabezó en la catedral un insólito acto de rendición de honores a la bandera, y dijo que “ni está fuera de la ley”, ni es motivo para construir un discurso de ataque a la laicidad del Estado mexicano. Ni la bandera ni el himno nacional son exclusivos del gobierno, dijo, “los símbolos patrios pertenecen a todos”. Igualmente rechazó que el actual gobierno esté estrechando su contacto con la iglesia católica, “el gobierno federal mantiene un acercamiento con todas las iglesias y esta administración siempre ha actuado apegada al marco legal”.
Durante el acto, realizado en la rotonda de la Campana de la Paz, ubicada en las inmediaciones de la delegación Miguel Hidalgo, Moctezuma Barragán se refirió así a la reciente visita del Papa Juan Pablo II a este país, que ocuparon la atención de las autoridades mexicanas durante dos días.
En este sentido, destacó la convocatoria de la ONU para celebrar cada 21 de septiembre el Día Internacional de la Paz, ante la preocupación existente por los acontecimientos mundiales -el inminente ataque de Estados Unidos a Iraq-y de ahí la presencia de todas las iglesias en esta celebración.
El subsecretario de Gobernación ratificó la postura de México en contra de un eventual bombardeo y aseguró que esto no afectará las relaciones bilaterales con el vecino país. “Somos un pueblo soberano y tenemos una relación bilateral muy intensa.
En algunas cuestiones coincidimos y en otras diferimos pero siempre ambos países entendemos que vivimos cada uno dentro de su propia esfera”.
Enfatizó que el escaño de México dentro del Consejo de Seguridad de la ONU y “no podemos pretender que siempre existan acuerdos en todo lo que se manifieste en esta relación bilateral, tampoco es una situación en la que estemos confrontados. Es una relación muy dinámica, compleja y hay asuntos en los que no estaremos de acuerdo”, concluyó.