En una lista figuran 22 bienes culturales y naturales
SUN-AEE
MÉXICO, D.F.- México cuenta con 22 expedientes técnicos de igual número de bienes culturales y naturales para solicitar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) su inscripción en la lista de patrimonio de la humanidad.
En esta ocasión, los bienes son: pintura monumental, cavernas, pinturas rupestres, barrios históricos, patrimonio industrial, edificios modernos de los siglos XIX y XX, itinerarios y paisajes culturales, de acuerdo con información proporcionada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En su más reciente publicación El Patrimonio de México y su Valor Universal, el INAH da a conocer los 22 bienes culturales y naturales propuestos, los cuales integran una lista denominada “indicativa”.
Con esta publicación, los expertos mexicanos demuestran que la diversidad y riqueza cultural mexicana va más allá de centros históricos y zonas arqueológicas.
Los bienes propuestos son, en la categoría de bienes mixtos, las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en los valles centrales de Oaxaca; el poblado histórico de San Sebastián del Oeste, en el Estado de Jalisco; y el Ahuehuete de Santa María del Tule, situada en Oaxaca.
En el rubro de Paisajes Culturales, la lista indicativa incluye el Acueducto del Padre Tembleque, que recorre parte del municipio de Zempoala en Hidalgo y los de Nopaltepec, Axapusco y Otumba en el Estado de México.
También se propone el Paisaje Agavero y Antiguas instalaciones industriales de tequila, en Jalisco.
Estas últimas, que abarcan tres municipios, Amatitlán, Arenal y Tequila, son consideradas como las instalaciones tequileras más antiguas del país.
En la categoría de itinerario cultural, representantes mexicanos enviaron a la UNESCO el expediente técnico de “Camino Real de Tierra Adentro”, que con una extensión cercana a los dos mil 900 kilómetros inicia en la Ciudad de México y termina en Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos.
En el rubro de patrimonio industrial se encuentran las instalaciones industriales de Monterrey –que incluyen la fundidora, la cervecería y la vidriera– y las ferroviarias de la ciudad de Aguascalientes y su unidad habitacional, la cual data del siglo XIX.
Entre el patrimonio moderno que podría ser declarado de la humanidad se encuentran la Casa Museo Luis Barragán –ejemplo del siglo XX– y el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, construida en 1986.
A esos ejemplos arquitectónicos se agregan los edificios industriales de Ludwig Mies van Der Rohe y Félix Candela, es decir, el edificio corporativo y planta embotelladora de conocida compañía vinícola, ubicado en el noroeste del área metropolitana de la Ciudad de México.
También se propone la incorporación de Ciudad Universitaria, con una superficie de mil hectáreas, para que sea considerada como una extensión de los bienes patrimonio de la humanidad del Centro Histórico de la Ciudad de México y Xochimilco.
Las misiones franciscanas de la Sierra Gorda, situada en el norte del Estado de Querétaro; la ciudad de San Luis Potosí; el Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México; el poblado histórico de Álamos, en Sonora; y la ciudad prehispánica de Cantona en Puebla, son otras propuestas.
A esa lista se agrega El templo de Santa Prisca en Guerrero; el ex Colegio Jesuitas de Tepotzotlán, en el Estado de México; los Templos de la Provincia Zoque en Chiapas; la Gran Ciudad de Chicomostoc-La Quemada en el Estado de Zacatecas; y la zona de monumentos arqueológicos de Mitla, en Oaxaca.
La lista de patrimonio mundial de la UNESCO contiene actualmente 721 bienes inscritos, de los cuales 554 son culturales, 144 naturales y 23 mixtos ubicados en 124 países.
México cuenta actualmente con 22 sitios inscritos en la lista de patrimonio mundial que lo coloca a la vanguardia del Continente Americano.
En el texto introductorio de la publicación El Patrimonio de México y su Valor Universal, cuyo texto está en español y en francés, el director de Patrimonio Mundial del INAH, Francisco López Morales, destaca la importancia de contar con una lista indicativa.
“Los bienes con posibilidades de ser reconocidos como Patrimonio Mundial o de la Humanidad muestran la capacidad del pueblo mexicano para construir los testimonios que le dan identidad, en los cuales se enlazan estrechamente la cultura y la naturaleza”, estableció.
Los sitios se definieron en reuniones entre funcionarios del INAH e integrantes de la Comisión Mexicana de Cooperación (Conalmex), de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).