LOS ANGELES- La estrella del pop Michael Jackson tenía previsto volver a comparecer como testigo el martes en una demanda por 21 millones de dólares en torno a conciertos cancelados, en medio de interrogantes sobre su comportamiento y apariencia cada vez más extraños.
Tres días de testimonio rendido por Jackson en el juicio en noviembre causaron frenesí en Santa María, una pequeña localidad agrícola cercana a su finca Neverland Valley, en el centro de California, aunque produjo poco drama en la sala de la corte.
Mientras tanto, las fotos que le tomaron al esquivo Jackson durante su primer día de testimonio causaron sensación mundial, al ofrecer un vistazo poco común de su rostro alterado por las cirugías y una abundante cabellera, que algunos insinuaron era una peluca.
En esa ocasión, el autoproclamado rey del pop llegó con horas de retraso a su muy esperado segundo día de testimonio y una batería de fotógrafos dijo que los abogados de Jackson habían tratado de evitar su presencia en la sala de la corte, tras alegar distracción, y debido a que las fotos podían ser material para los diarios sensacionalistas.
Jackson suspendió su testimonio para viajar a Alemania, donde sorprendió a sus seguidores y provocó una condena internacional por balancear su bebé, Prince Michael II, en el balcón de su habitación en un hotel de lujo, con el rostro del niño cubierto por una toalla.
El cantante, de 44 años y padre de tres niños, se disculpó al día siguiente por el incidente, y dijo que se había visto "atrapado por la emoción del momento" al mostrar a su hijo a sus seguidores congregados frente al hotel, y las autoridades alemanas decidieron no investigar el asunto.
Jackson es un testigo clave en una demanda judicial entablada por el promotor alemán Marcel Avram, quien alega que la estrella pop aceptó encabezar conciertos de caridad en 1999 en Seúl, Corea del Sur y Munich, Alemania, seguidos por conciertos en la víspera del año nuevo en Australia y Hawai, a los que no asistió.
Avram alega también que Jackson le debe millones de dólares que gastó para organizar, promover y producir los cuatro shows.