EFE
LOS ÁNGELES, E.U.- Por tercer día consecutivo la "superestrella del pop", Michael Jackson, compareció ayer ante el tribunal de Santa María (California) para responder a una demanda por incumplimiento de contrato.
Sin embargo, la atención pública se ha visto más centrada en la apariencia de este excéntrico intérprete que en la demanda de 21 millones de dólares presentada contra él por el promotor musical Marcel Avram tras la cancelación de dos conciertos.
Después de los retrasos inexplicados que se vivieron el jueves, Jackson compareció unos 20 minutos antes de su cita con la justicia, tiempo que aprovechó para firmar autógrafos a los cientos de seguidores que se aglomeraron a las puertas del tribunal.
Esta extraña visión de una de las figuras más idolatradas de la música fuera de su ambiente de conciertos ha motivado, incluso, un fuerte ausentismo escolar en el área, así como la celebración de un sorteo diario mediante el cual la policía decide quién puede ocupar los 20 asientos reservados al público en la sala.
Jackson, de 44 años, lució algo más normal en esta nueva comparecencia, sin la perilla incipiente de otros días. Pero otra vez se presentó con los labios pintados y una raya negra perfilando sus ojos.
Además, un ayudante lo mantuvo todo el tiempo a la sombra gracias al paraguas negro con el que lo protegía.
Dentro de la sala, el intérprete de Bad continuó dando su versión sobre la cancelación de dos conciertos que bajo el nombre de Milenio se había comprometido a ofrecer a finales de 1999, pero que nunca se llegaron a celebrar.
El cantante, que con anterioridad había asegurado que los conciertos fueron cancelados por el promotor, ayer sugirió que Avram es poco escrupuloso cuando se trata de negocios.
"Como promotor de conciertos, hace un trabajo estupendo. Pero cuando hablamos de finanzas, no sé si tiene toda mi confianza", espetó el cantante, en una declaración que creó gran tensión entre los abogados.
El "Rey del pop" tendrá que regresar la próxima semana a los tribunales para continuar con su testimonio, en este caso bajo las preguntas de sus propios abogados.
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Le cuesta recordar detalles
El cantante de pop dijo el viernes a una corte que le costaba recordar detalles porque su vida "es muy complicada", al testificar en el tercer día de una demanda por 21 millones de dólares en la que se le acusa de no actuar en dos conciertos del milenio.
Jackson vestía pantalones azules y una chaqueta de cuero negro con una pequeña bandera de Estados Unidos bordada en la manga y llegó media hora antes de la cita programada para las 9 de la mañana (1700 GMT) en la corte de Santa María, California.
"Mi vida es muy complicada. Me están pasando muchas cosas. Tengo que coordinar muchas responsabilidades. Me están pasando tantas cosas que es asombroso, realmente", dijo, mientras trataba de explicar a los abogados demandantes por qué se le hacía difícil recordar los detalles del caso.
Agregó que "no es raro que tenga ideas que surgen de repente y que se tornan difusas en ciertos momentos".
CUADRO
Demanda contra el “Rey del pop”
El cantante, que con anterioridad había asegurado que los conciertos fueron cancelados por el promotor.
-Marcel Avram acusó al cantante de violación de contrato y de fraude por cancelar dos presentaciones en la víspera de año nuevo del año 2000.
-La demanda dice que Jackson firmó un contrato con Avram a principios de 1999 para ofrecer una serie de cuatro conciertos, dos para fines benéficos en junio de ese año y dos conciertos en la víspera del nuevo milenio, uno en Honolulu y otro en Sydney, Australia.
-Jackson participó en los shows benéficos llamados Michael Jackson y sus amigos con Mariah Carey y otras estrellas.
-Cuatro meses después, Jackson informó a Avram que cancelaría los conciertos del milenio, tras citar compromisos de grabación, indica la demanda.