Reuters
Johannesburgo, Sudáfrica.- Miles de manifestantes denunciaron el sábado desde el SIDA hasta la pobreza y la contaminación ambiental en el ámbito de la Cumbre para la Tierra, mientras la policía sudafricana permanecía alerta para proteger a los delegados.
Cerca de 3,000 manifestantes, muchos de ellos bailando y cantando, se reunieron en el barrio marginal de Alexandra para marchar hacia el centro de convenciones donde los delegados a la cumbre, que se inició el 26 de agosto y concluirá el 4 de septiembre, buscan formas de salvaguardar el planeta y reducir la pobreza.
Los manifestantes portaban pancartas y vestían camisetas con mensajes como “Los gases y residuos de las fábricas están matando”, “Fuera de Iraq”, “Globalicen la Intifada” o “Detengan el genocidio del SIDA de (el presidente sudafricano) Thabo Mbeki”.
La policía, temiendo una repetición del caos que empañó reuniones internacionales en Seattle y Génova, se desplegó en las calles cercanas al escenario de la cumbre, en el elegante y mayoritariamente blanco suburbio Sandton de Johannesburgo, y en Alexandra.
Paralelamente se realizaron marchas de apoyo al gobierno sudafricano.
Las cercas que rodean el escenario de la cumbre fueron reforzadas con alambres de púas para la mayor marcha durante la reunión internacional de 10 días, la mayor realizada en África.
Vehículos blindados fueron emplazados para contener a los manifestantes a lo largo de la ruta de ocho kilómetros, que cubre la distancia entre Sandton y Alexandra, dos lugares que ilustran los enormes contrastes entre la riqueza y la pobreza en el mundo.
¿Cumbre secuestrada?
“Esta cumbre ha sido secuestrada por la agenda comercial y corporativa”, opinó Michael Brune, de Rainforest Action Network (Red de Acción para la Selva), radicada en California, quien dijo que se estaba uniendo a grupos locales opuestos a la globalización para participar en una de las marchas.
Los organizadores esperaban que cerca de 20,000 personas se concentraran en Alexandra antes de llevar sus demandas al umbral de la cumbre, en vísperas de la llegada este fin de semana de líderes de todo el mundo.
Presidente Mugabe
El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, que ha provocado la ira internacional por su política de expulsar de sus tierras a agricultores blancos en aras de una reforma agraria, fue uno de los primeros en llegar, el sábado por la mañana.
Mbeki, quien inauguró la reunión patrocinada por la ONU con un llamado a poner fin al “apartheid global”, tenía previsto hablar con algunos de los manifestantes.
“No tenemos razones para creer que las marchas no serán pacíficas, pero actuaremos si se viola alguna ley”, dijo a Reuters la oficial de la policía Henriette Bester.
La policía sudafricana se está sacudiendo de su mala reputación de brutalidad, que ganó durante los años del régimen del apartheid, y hasta ahora sólo ha reprimido protestas menores no autorizadas, como el pasado sábado, cuando disparó tres granadas de aturdimiento para disolver una pequeña marcha.
Continúan las conversaciones
Mientras la ciudad se preparaba para la mayor protesta en durante cumbre de la ONU, que comenzó el 26 de agosto, exhaustos negociadores discutieron durante la noche en torno a un plan para impulsar el desarrollo de las naciones pobres a la vez que se protege el planeta.
Los delegados ya se han puesto de acuerdo sobre la mayor parte del texto de la declaración final, pero algunos dijeron que aún no se alcanza consenso sobre 14 temas claves. En la mañana del sábado, varios delegados dijeron que no estaba claro cuántos avances se habían logrado durante la noche.
Los delegados tratan de reconciliar las demandas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sobre la ayuda a los países en desarrollo y los reclamos de éstos sobre el proteccionismo a la agricultura en las naciones desarrolladas.
Estados Unidos y la UE dicen que la ayuda debe relacionarse más claramente con el mejoramiento de los derechos humanos y la democracia, y las naciones en desarrollo insisten en que los países ricos deben reducir los subsidios a sus propios agricultores, que impiden la entrada de importaciones del Tercer Mundo en esos mercados.
Al preguntársele si había riesgos de que el texto fuera demasiado débil como resultado de las negociaciones y no ayudara mucho a las naciones en desarrollo, la ministra de Desarrollo de Noruega, Hilde Frafjord Johnson dijo: “Sí, hay peligro de eso”.
El principal mediador de la cumbre, Valli Moosa, ministro de medio ambiente de Sudáfrica, dijo que se estaban logrando avances pero no ofreció detalles.
Con más de 45,000 participantes en la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible de la ONU concentrados en combatir la pobreza y salvar el medio ambiente, el distrito de Alexandra se ha convertido en un símbolo de todo lo que el mundo espera dejar atrás.
Los residentes de Sandton, mayoritariamente blancos, viven detrás de altos muros, conducen por buenas carreteras y comen en algunos de los mejores restaurantes del país. En Alexandra, unos 350,000 negros pobres viven hacinados, y más de la mitad de sus adultos está desempleados.