Lo volvieron a hacer, nuestros flamantes legisladores volvieron a legislar al vapor, aparentemente terminaron a tiempo, pero sin embargo lo que pudieron resolver con mucha anticipación lo hicieron apresuradamente, lo que trae como consecuencia que nuevamente tengamos una reforma fiscal carente de imaginación y de sentido común.
La mayoría de nuestros legisladores continúan pensando en si mismos y en el presente, sin duda cada día acentúan su miopía, la cual desafortunadamente no pueden corregir con una operación.
El sistema tributario mexicano no ha logrado despegar, ha tomado e incorporado a sus disposiciones algunas figuras existentes en otros países, lo lamentable es que algunas de esas figuras ya fueron derogadas en sus países de origen, como lo es el reconocimiento a la inflación y las disposiciones fiscales mexicanas inexplicablemente aun la conservan dificultando así la determinación de impuesto anual a cargo de los contribuyentes sobre todo tratándose de personas físicas que tienen una escasa capacidad administrativa. El sistema impositivo mexicano tiene graves defectos, como inclusive lo señaló el ejecutivo federal en su exposición de motivos de la reforma fiscal para el 2002.
n Falta de equidad
n Generación insuficiente de recursos
n Elevada complejidad
No estimula la inversión y el empleo, ni la descentralización de las actividades productivas. Ocasiona inseguridad jurídica a los contribuyentes
Contiene un exceso de formalidades a cumplir por parte de los contribuyentes
Lo anterior redunda en que no se cumplen los principios de las contribuciones que estableció Adam Smith y en consecuencia la recaudación es inferior a lo que realmente necesita el país para sufragar los gastos públicos.
Es por eso, la necesidad imperiosa de acrecentar nuestra cultura fiscal, cumpliendo adecuadamente con nuestras obligaciones tributarias y ser proposititos para lograr una verdadera reforma fiscal que para el 2003 lamentablemente no se da, pero debemos seguir insistiendo, aun ante el gran obstáculo de la perversidad de la mayoría de nuestros legisladores.
Sin duda, la reforma fiscal es una caja de pandora que tiene varias sorpresas para los contribuyentes, como por ejemplo el aumento que se da en el impuesto sustitutivo del crédito al salario del 3 al 4%, lo que podría aparecer como un aumento solo del 1% no lo es, ya que cambia la mecánica de comparación con el crédito al salario, lo que traerá graves consecuencias para muchos contribuyentes.
Por otra parte si usted esta pensando en adquirir un automóvil para efectos fiscales, es necesario considerar que se tiene contemplado aumentar el techo de deducibilidad de $ 200,000.00 a $ 300,000.00.
Definitivamente esta reforma requiere un análisis detenido para evaluar con oportunidad sus alcances, ya que de una primera lectura podríamos cometer el error de no visualizar el impacto de los cambios fiscales que tendremos para el 2003, por lo que como cada año, les recomendamos asista a algún curso de reformas fiscales que imparten destacados especialistas en la materia en el Colegio de Contadores Públicos de la Laguna, A.C.
Aprovecho este espacio para desearles una Feliz Navidad y un Prospero año nuevo, y concluyo esta participación con la siguiente reflexión:
?Hace mucho tiempo un hombre castigó a su pequeña hija por desperdiciar papel de envoltura dorado. El dinero era escaso en esos días por lo que explotó en furia cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de navidad.
Más sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre la mañana siguiente y le dijo
?Esto es para ti, papito? Él se sintió avergonzado de su reacción de furia, pero volvió a explotar cuando vio que la caja estaba vacía.
Le volvió a gritar diciendo:
¿Qué no sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo adentro?
La pequeñita lloró mientras le respondía: ?No está vacía, yo soplé besos adentro de la caja? todos para ti, papito?.
El padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor de su hija y le suplicó que lo perdonara. Se dice que el hombre guardó esa caja dorada muy cerca suyo por años y siempre que se sentía derrumbado tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su hija había puesto allí.
En una forma sensible, cada uno de nosotros ? los seres humanos ? hemos recibido un recipiente dorado, lleno de amor incondicional y de besos, de nuestros hijos, nuestros amigos, nuestra familia o de DIOS. Nadie puede tener una posesión más hermosa que ésta.
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Página Web: www.garciaaymerich.com