"Bailar es la mejor cosa que un hombre y una mujer pueden hacer con los zapatos puestos".
Es sabio ese proloquio. La danza es algo connatural al ser humano. Bailar es caminar con música. En cada hombre va oculto un Fred Astaire, y en cada mujer late una Ginger Rogers.
El otro día fui a un baile en mi ciudad. Tocó la orquesta de Beto Díaz, orgullo y gala de Fresnillo, Zacatecas. Cuando esta orquesta toca "Roberta", "Bésame mucho", "Nereidas" o "New York, New York" no hay quien pueda permanecer sentado. El corazón agarra el ritmo y van los pies por caminos de nostalgia.
Doy las gracias a Beto Díaz y a su orquesta. Su música es convocadora de recuerdos y mágico elixir de la juventud.
¡Hasta mañana!...