Diosito es bueno y justo: si nos da una cosa de menos nos da otra de más.
A Silvia Mohamar Abugaber le dio un cuerpo pequeñito, pero a cambio le puso un alma y un corazón que llenan todo el mundo. Silvia, una de las mejores y más hermosas galas de mi ciudad, Saltillo, ganó este año el Premio Nacional al Voluntario. Todos los días se gana nuestro reconocimiento y nuestro cariño por su incansable obra de ayuda a los necesitados.
La entrevistó ayer en su programa Memo Ochoa, por quien tanta admiración siento, y tanta gratitud. Oírlo a él, oír a Silvia, fue confirmar la fe en el espíritu humano, capaz de convertir la adversidad en luz de amor, de bien y de esperanza para los demás.
¡Hasta mañana!...