Todo el año sobre la chimenea de mi casa hay un Misterio.
Un Misterio, con mayúscula: la Virgen María, San José y el Niño. La Sagrada Familia.
Lo compré hace ya muchos años en Guadalajara, obra de algún anónimo artesano. Misterio más hermoso no he vuelto a ver jamás. La Virgen, arrobada, acuna al Niño en su regazo. Junto a ella San José tiene la mano en la barbilla, con actitud meditabunda. No se explica el misterio, por más que es parte de él.
Todo el año está la Sagrada Familia sobre mi chimenea. Todo el año, menos en septiembre. En este mes pongo en su lugar una bandera mexicana. Bella como una bandera es mi bandera, con la gala brillante de los tres colores, y en el medio el escudo nacional.
No creo que cambio mucho cuando quito la Sagrada Familia y pongo la bandera de la Patria.
Después de todo la Patria es también una sagrada familia.
¡Hasta mañana!...