John Dee no amaba la vida: amaba el conocimiento. Era filósofo y se hacía preguntas sobre la vida, preguntas que sólo la vida le podía contestar.
Un día conoció a una mujer. Ésa fue la respuesta que a sus preguntas dio la vida. Se enamoró de ella. De la mujer, quiero decir. Y al enamorarse de ella se enamoró también de la vida.
Ahora John Dee ama la vida. Ama también el conocimiento, pero sólo el conocimiento que es para la vida.
-Mi mujer es mi vida -solía decir antes.
Cuando la mujer le dio su primer hijo John Dee cambió la frase. Dice ahora:
-Mi mujer es la vida.
¡Hasta mañana!...