HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo todas las hermosas piedras que sirven para adornar la Tierra: el jade, el pórfido, la malaquita, el alabastro, el ónice...
Al final dio vida al mármol. El mármol, como todas las piedras, tiene vida; una secreta vida que no conoce el hombre. El mundo es un gran cuerpo con alma. Así, no hay sobre él ninguna criatura inanimada. La materia que llamamos inerte es pre-vida. Lo supo aquel poeta que se quitaba las sandalias "por no herir a las piedras del camino”.
Adán vio el mármol. Parecía hecho al mismo tiempo con la blancura de la nieve, la dura firmeza del diamante y el brillo lejano de la estrella.
-Señor -preguntó Adán-. ¿Creaste el mármol para hacer el palacio de los reyes? ¿Para poner el piso en las mansiones de los potentados?
-No, -dijo el Creador-. Lo hice para que Miguel Ángel esculpa la Piedad. Todo el resto del mármol que en la Tierra quede será el sobrante de esa estatua. Los hombres podrán hacer lo que quieran con él.
¡Hasta mañana!...