Reuters
JERUSALÉN.- Funcionarios israelíes y palestinos expresaron reservas ayer sobre una nueva iniciativa de paz dirigida a poner fin a dos años de conflicto, luego que el representante de Estados Unidos para el Oriente Medio llegara a Israel para sostener conversaciones.
La misión mediadora del subsecretario de Estado, William Burns, es percibida como un intento de controlar la violencia entre israelíes y palestinos mientras Washington corteja al mundo árabe en busca de apoyo para una posible guerra en Iraq.
Burns se reunió ayer con funcionarios israelíes, entre ellos el canciller Shimon Peres y con funcionarios palestinos hoy para discutir el último boceto de un plan de paz diseñado por un cuarteto de mediadores internacionales.
Se espera que el representante estadounidense trate de lograr avances sobre la base de un discurso del presidente George W. Bush en junio, en el que marginó al líder palestino Yasser Arafat y llamó a los palestinos a elegir a dirigentes "no comprometidos con el terrorismo".
El proyecto de paz, presentado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas, llama al cese de la violencia, a la realización de reformas palestinas y a la retirada del ejército israelí de los territorios palestinos con vistas a un acuerdo final y la creación de un estado palestino en tres años.
El periódico israelí Yedioth Ahronoth reportó que a Sharon le preocupaba que el plan no concedía un peso adecuado a las necesidades de seguridad de Israel. El diario Haaretz lo citó diciendo que había peligro de que las demandas sobre Israel fueran unilaterales.
"Cada fase tiene que ser completada antes de que avancemos a la próxima fase", dijo a Reuters el consejero de Raanan Gissin.
"En esos lugares en el plano del camino donde uno ve que hay minas, éstas tienen que ser eliminadas", dijo.
Nabil Shaath, ministro palestino para planeamiento y cooperación internacional, dijo que los funcionarios palestinos estaban preparados para lidiar con el documento "positivamente" aunque todavía no habían sido informados de los detalles.
Pero otro funcionario de alto rango dijo que los palestinos les expresarían sus preocupaciones a Burns, entre ellas la necesidad de cronogramas y mecanismos para implementación. Ellos también desean monitores internacionales en el terreno con poderes para implementar el plan.
Tras el ataque suicida
La llegada de Burns a Israel se produce tras un atentado suicida palestino el lunes, en el que murieron 14 personas, el más mortífero en los últimos cuatro meses.
El grupo militante palestino Yihad Islámica, dijo que dos de sus miembros realizaron el ataque en venganza por el asesinato de su fundador, en 1995, por agentes de Israel, y por los operativos israelíes en los que han muerto civiles y combatientes palestinos.
En su visita el martes a Damasco, Siria, Burns calificó el atentado del lunes de "censurable" y dijo que se necesitaba moderación de ambas partes para ayudar a avanzar hacia un estado palestino y estabilidad regional.
Se esperaba que Burns sostuviera conversaciones el jueves con Sharon. En concordancia con la política del gobierno de Bush, el funcionario no tiene planes de reunirse con Arafat.
Al menos 1,25 palestinos y 611 israelíes han muerto en la insurrección que comenzó en septiembre del 2000, tras el estancamiento de las conversaciones de paz.