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MANILA, FILIPINAS.- Al menos tres distintas explosiones se registraron ayer en un centro nocturno, una escuela y una fábrica de fuegos artificiales en Filipinas, con un saldo de al menos cinco muertos, informaron fuentes policiales en el sur del archipiélago.
Dos personas murieron y siete resultaron heridas en un bar del norteño distrito La Unión de la capital, Manila, cuando un cliente que había sido desalojado lanzó una bomba casera al interior, informó el portavoz de la policía metropolitana Leopoldo Bataoil.
El responsable, un pescador de 20 años, fue detenido por las autoridades y se le acusará de dos cargos de homicidio y siete de intento frustrado ante los tribunales, según reportes de prensa conocidos en esta ciudad-Estado.
En otro incidente, un estudiante resultó herido cuando una bomba estalló en el baño del Colegio Filipino de Ciencia y Tecnología de la provincia Pangasinan, al norte del archipiélago filipino, reveló por su parte el jefe de policía de la región Arturo Lomibao.
El artefacto se hallaba oculto en el vestidor de caballeros de la escuela y un explosivo que hasta el momento no ha sido identificado, agregó.
Un incidente más ocurrió en una fábrica de juegos pirotécnicos de la provincia Negros Occidental, en el centro del país, donde tres niños murieron cuando un petardo se encendió por accidente y explotó, lo que provocó una reacción en cadena.
Las autoridades descartan que las detonaciones de este sábado tengan relación alguna con los ataques que desde principios de mes se registran en Manila, Basilán, Zamboanga y Jolo, donde separatistas luchan en grupos por establecer un Estado islámico independiente.