TORREÓN, COAH.- Una nueva víctima cobra otro pleito entre miembros de pandillas rivales, luego que a Sergio Armando Rodela Díaz, “El Nando”, se le diagnosticara muerte cerebral tras haber recibido una bala de grueso calibre en el cráneo que le provocó fractura del mismo con exposición de masa encefálica, luego que su atacante se le enfrentara por la amenaza del hoy lesionado de que le quitaría otra cachucha como hace mes y medio.
Mediante el apoyo de un respirador artificial, “El Nando” de sólo 15 años de edad, vecino de calle Tomás Urbina No. 852 de la colonia División del Norte, permanece internado en el área de Terapia Intensiva del Hospital Los Ángeles, luego que fue arteramente baleado por Víctor Hugo Ortega Díaz, “El Pitufo”, de 19 años, con casa en calle Laguna de Cempoala No. 479 de la colonia Carmen Romano, la noche del lunes 23 de septiembre, según informó Efraín García Galván, agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, Mesa II, Coordinación “A”.
El origen de lo anterior se debió a viejas rencillas que tenían entre sí los protagonistas de la riña, luego que hace aproximadamente mes y medio, Rodela Díaz, miembro de la pandilla “Los Pelones”, de la División del Norte, despojara de una cachucha a la novia de Ortega Díaz, de la banda “Los Pobres”, de la Carmen Romano.
Los resquemores entre ambos pandilleros, salieron a relucir cuando “El Nando” se topó con “el Pitufo” y le dijo que le quitaría la gorra que traía hace tiempo cuando se encontraron y lo persiguieron cuando era acompañado de su novia, quien por traer huaraches no pudo escapar y fue presa de “Los Pelones”, que la golpearon y la despojaron de la cachucha.
Con la espina clavada, pero sin poder hacer nada porque su rival estaba acompañado por otros 3 sujetos, Ortega Díaz se dirigió a su casa de donde se apoderó de una pistola tipo revólver calibre .38 Especial que le había comprado en 500 pesos a un amigo que lo visitó de Ciudad Juárez, Chih., y con ella fajada a la cintura acudió a enfrentarse con su enemigo.
Cuando llegó hasta donde estaba “El Nando” en compañía de 3 de sus compañeros, éstos huyeron al ver la pistola que llevaba “El Pitufo”, quien retadoramente le dijo “¿Qué ondas, g...?, y acto seguido desenfundó el arma de fuego con la cual intentó dar un cachazo en la cabeza de su rival, pero como llevaba el dedo en el gatillo, cuando realizó dicha acción se disparó, causando con ello que la bala le entrara a Rodela Díaz por la región supraciliar izquierda para salirle por la región parietal derecha, tras atravesarle el cerebro y fracturarle el cráneo, ocasionando la exposición de la masa encefálica.
Tras el artero ataque, el integrante de la pandilla “Los Pobres”, huyó del lugar de los hechos, en tanto que el lesionado fue auxiliado por un conductor que lo trasladó hasta la clínica hospital del Magisterio para su atención médica, de donde lo llevaron al Hospital Los Ángeles para que le hicieran una tomografía.
Todavía consciente, “El Nando” señaló a “El Pitufo” como su heridor, pero minutos después cayó inconsciente, por lo que fue intervenido quirúrgicamente para tratar de reparar el grave daño causado por la ojiva.
Mientras tanto, Ortega Díaz daba cuenta de lo que había hecho a sus padres quienes le dijeron que lo mejor era entregarse a las autoridades, por lo que cuando arribaron hasta su domicilio el agente del Ministerio Público, así como elementos del Grupo de Homicidios y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, no opuso resistencia y además hizo entrega del arma homicida.
Sin escapatoria alguna, con el señalamiento directo de los testigos presenciales y con la prueba del rodisonato de sodio, el detenido aceptó en su declaración ministerial haber disparado en contra de Sergio Armando, aunque aclaró que fue accidentalmente, pues sólo le quiso dar un cachazo.
Internado en la ergástula municipal, “El Pitufo” aguarda que el Ministerio Público lo consigne a los juzgados penales por el delito de lesiones gravísimas que ponen en peligro de muerte, aunque pudiera reclasificarse por el delito de homicidio calificado, lo que complicaría su situación.