Torreón, Coah.- Se cree que han existido desde el comienzo de la humanidad, son misteriosos y causan terror pero también se han convertido en los personajes preferidos de mucha gente.
Son Drácula, Morticia, Freddy Krueger, El Diablo, La Bruja y El Monje, seres que en estos días son más recordados que nunca.
Los ex alumnos de La Academia no dudaron ni un segundo en disfrazarse y posar en exclusiva para El Siglo de Torreón, estudiantes que platicaron qué tienen en común con el personaje que les tocó representar.
Wendolee: La Bruja
Aunque no cree que las brujas anden volando con sus escobas -como ha sido manejado por mucho tiempo- la lagunera no duda que existan personas que practiquen la brujería.
“Si yo fuera bruja sería buena y demasiado divertida. Me vestiría de blanco y tendría el cabello también de ese color. Trataría de ayudar a la gente que lo necesite”.
Héctor: Drácula
“Drácula me gusta mucho porque es misterioso, refleja elegancia, personalidad y tiene buen gusto”. El primer expulsado de La Academia aseguró que además de lo mencionado anteriormente, se identifica con el vampiro ya que es igual de desconfiado que él, le cuesta mucho hacerse de buenos amigos, ya que no a cualquiera le da la oportunidad.
“También me hubiera encantado conocerlo para que me diera unas tácticas, pues se dice que Drácula tenía mucho éxito con las chavas, es un símbolo de virilidad”.
María Inés: La Diabla
Aunque de mala no tiene ni la cara, la tapatía le tocó representar al Diablo. “Soy más o menos diablilla, he sido mala con mi mamá cuando me regaña, pero después voy a pedirle disculpas y nos contentamos”.
María Inés sí cree que existen fuerzas negativas, pero no la persona que tiene cuernos y cola.
“De chiquita soñaba con un monstruo, era un caballo pero tenía cara de hombre. Recuerdo que soñaba tan feo que por las mañanas despertaba empapada de sudor por el miedo que tenía, lo bueno es que ahora de grande ya no sueño eso”.
Alex: Monje
Hubiera preferido disfrazarse de Drácula o de gatito porque no tiene nada que ver con los monjes.
“La verdad no se nada acerca de ellos, hubiera preferido otra cosa, pero ni modo... esto me tocó”.
Alejandro aseguró que le gustaría tener contacto con un muerto, siempre y cuando se diera de manera padre “Así como en Sexto Sentido”.
-¿Nunca te han asustado o has tenido acercamientos de ese tipo? “Pues sí me han pasado cosas raras, simplemente ayer (31 de octubre) estaba en el lobby del hotel y me dirigí al elevador para subir a mi cuarto; faltando como tres centímetros para que mi dedo apretara el botón que abre la puertas, el botón se apretó solo. Me saqué mucho de onda, miré a mi alrededor pero no había nadie cerca”.
José Antonio: Freddy Krueger
El originario de Tamaulipas aseguró tenerle más miedo a Barney que al mismísimo Freddy Krueger, “Barney me puede hacer tonto, sin embargo a Freddy Krueger le admiro la habilidad e inteligencia que tiene para acabar con sus enemigos”.
Aunque su pasión es la música, a este chico no le desagrada la idea de representar en un futuro a un personaje tan desquiciado como Jason o Freddy Krueger en una película, dejando claro que al igual que ellos, también posee habilidad e inteligencia.
“La película de terror que más me ha gustado hasta ahora es la de Psicosis, y la que no me gustó para nada fue El proyecto de la bruja de Blair”.
-¿A qué le temes? “A que me entierren vivo”.
Laura: Morticia
Según la tijuanense, ella y Morticia tienen mucho en común: ambas son enigmáticas, sensuales y divertidas. “Morticia no es mala, solamente es parte de una familia rara”, dijo vía telefónica.
Laura aseguró que le gustaría mucho tener un novio como el mismo Homero Adams, “No importa que sea tontote o grandote, solamente que me quiera mucho, de la misma manera que Homero quiere a Morticia”.
La ex alumna declaró encantarle todos los personajes de Los Locos Adams, ya que tienen muy buen humor y siempre le ven el lado positivo a las cosas.
El Niño de La Academia
No es Tristán, el hijo de Yahir, sino la sombra de un niño que desde el 30 de Junio –fecha en que inició el reality musical- ha acompañado a los alumnos.
Laura, María Inés y Wendolee coincidieron que en La Academia suceden cosas raras, como el que se apaguen los aparatos de sonido cuando están grabando, que en el techo se escuchen pasos o que una pequeña figura merodee la casa.
“No es un fantasma es como un niño, yo lo vi tres veces afuera del cuarto de nosotras, también se sentaba en las maletas de Estrella.
Yo no había dicho nada para que las cosas no se hicieran más grandes, pero cuando todos empezaron a hablar de lo mismo, también conté lo que vi”, contó María Inés.