Un nuevo estudio reveló que las mujeres que se someten a una amniocentesis temprana para detectar defectos de nacimiento, tienen una probabilidad mayor de tener un aborto natural cuando son examinadas entre la undécima y la decimocuarta semana de sus embarazos. La doctora Cynthia Bruufield, de la Universidad de Alabama en Birmingham, anunció sus hallazgos recientemente en la revista Obstétrica y Ginecología. Ella encontró que las mujeres que se realizaron el procedimiento temprano en sus embarazos tuvieron una probabilidad 11 veces mayor de tener un aborto natural que las que se esperaron hasta la decimoquinta y la decimoctava semanas, que es cuando normalmente se hace el examen. La amniocentesis, un procedimiento que implica la extracción de líquido amniótico, es un examen realizado cerca del cuarto mes de embarazo, generalmente en mujeres de 35 años o más, para determinar si el bebé tiene un defecto de nacimiento. El examen va en busca de defectos cromosomales tales como el síndrome de Down, o una columna abierta o una columna bífida.