Los cirujanos de trasplantes de órganos pueden hacer verdaderos milagros. Toman órganos de un cuerpo a otro y los integran, dando al afortunado recipiente una vida más larga y mejor. Tristemente, cada año, cientos de miles de personas mueren alrededor del mundo porque no tuvieron la suerte de encontrar los órganos apropiados. Mueren en lista de espera. La terrible limitación para un trasplante de órganos es que, a excepción de los riñones, tiene una persona que morir lo suficientemente joven y saludable como para que sus órganos puedan ser trasladados a otras personas. Estos donantes son pocos. Las listas de espera son interminables y se hacen más y más largas. Hasta ahora, los intentos de crear órganos artificiales han fracasado. Así, se ha renovado el interés por trasplantar órganos de animales a humanos. Los médicos de la India han anunciado que exitosamente trasplantaron corazones de cerdo a seis personas, aunque no han dado detalles. El interés por éstos así llamados “xerotrasplantes” está aumentando. En Europa y los Estados Unidos, se están criando y alterando genéticamente cerdos para hacerlos útiles para ser donantes de órganos. La comunidad científica dice que no hay problemas éticos en los trasplantes. Pero puede haber riesgos. Los cerdos pueden ser portadores de virus que no les hacen daño, como el del SIDA, pero que pueden ser mortales para los humanos.