EFE
Naciones Unidas.- Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU intensificarán a partir de hoy, sus consultas respecto a la resolución sobre Iraq que quieren aprobar Washington y Londres, aunque aún parecen lejos del consenso.
Así lo afirmaron hoy fuentes diplomáticas europeas, que destacaron las grandes diferencias al respecto que mantienen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto: EU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido.
“Es un ejercicio difícil y complicado, y aún estamos lejos del final del proceso. Tomará varios días”, agregaron las fuentes.
Consideraron que será significativo el resultado que tengan las reuniones que mantendrán a partir de mañana en Viena los jefes de inspección de la ONU y el Gobierno iraquí respecto a los aspectos prácticos para el regreso de las inspecciones de armas en Iraq.
El primer ministro británico, Tony Blair, el principal respaldo del Gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en esta crisis, expresó ayer en Londres su esperanza en lograr la resolución que desean. Ésta incluiría un ultimátum de siete días para que el régimen iraquí de Saddam Hussein acepte el regreso sin restricciones de los inspectores de desarme, incluyendo el acceso a los palacios presidenciales, y otro de 30 días para que dé a conocer su programa completo de armas de destrucción masiva.
Si no cumple estas condiciones, según el borrador, la resolución podría amenazar con usar “todos los medios necesarios” contra Iraq, que es en el lenguaje diplomático utilizado normalmente para autorizar el uso de la fuerza armada.
“Probablemente no está tan definido como aparece en algunos diarios (...). Comprendo las preocupaciones que tiene la gente respecto a una acción militar preventiva”, resaltó Blair a la cadena de radio y televisión BBC.
Los analistas esperan que los contactos mantenidos hasta ahora por los cinco miembros permanentes del Consejo en las respectivas capitales se concentren durante la semana que viene en Nueva York para avanzar en un texto consensuado, aunque todavía es pronto para saber su redacción final.
Normalmente, si se quiere una amplia mayoría, los miembros deben hacer concesiones y cambios al borrador, pero no está claro hasta qué punto Washington y Londres cederán, especialmente después del rechazo mostrado el sábado por Bagdad a las duras condiciones de EU.
Sigue siendo una incógnita cuál será la posición final de Rusia, Francia y China, que han rechazado el uso de la fuerza especialmente antes de que haya una decisión sobre el retorno de los inspectores a Iraq, pero que han dejado resquicios diplomáticos para redefinir su postura si es preciso.
El ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, tras reunirse con un alto funcionario del Departamento de Estado, Marc Grossman, resaltó que su prioridad sigue siendo el regreso de los inspectores de desarme a Iraq tras abandonarlo en 1998.
Sin embargo, Ivanov agregó que “estaban preparados” para estudiar cuidadosamente la posición de todos los miembros del Consejo, lo que algunos han interpretado como un indicio de que Moscú podría ceder a las presiones de Washington.
Respecto a China, el Reino Unido envió a Pekín una delegación diplomática para tratar el tema, y los expertos piensan que Pekín podría optar por la abstención para evitar un nuevo enfrentamiento con el Gobierno Bush.
El ‘hueso más duro de roer’ en este momento es París, ya que el presidente francés, Jacques Chirac, continúa respaldando la necesidad de dos resoluciones del Consejo, una pidiendo la total cooperación de Bagdad con las inspecciones de desarme, y en caso de que no ocurra, otra autorizando el uso de la fuerza.