Sin control de ingresos, ni programas de bloqueo para páginas
México, (Notimex).- El uso de Internet se ha convertido en una necesidad y estilo de vida, lo que propició la proliferación de cybercafés en zonas urbanas, establecimientos que sin embargo navegan por el vacío legal.
Se trata de un mercado estable, precisamente porque al conocer las ventajas que ofrece la carretera de la información es más frecuente su uso, y aunque hasta 2001 se registraba un crecimiento de este tipo de negocios de 20 por ciento, la competencia y la crisis económica ha detenido su avance en el presente año.
"Cada vez somos más, parecemos banco, con un café en cada esquina", comenta el propietario de un cybercafé.
La mayor parte de este tipo de establecimientos está registrado bajo el regimen de pequeños contribuyentes, y el 80 por ciento de sus dueños cuenta con un perfil en estudios de ingeniería en sistemas o carreras técnicas afines a la computación.
El crecimiento de los cybercafés, sin embargo, navega por un vacío legal que no define cuáles son las responsabilidades y derechos de quienes brindan el servicio y de quienes lo obtienen. Es un vacío que no sólo causa confusión sino que en alguno casos puede ser objeto de delitos, explicó Pedro Hernández, socio fundador de la Alianza Mexicana de CyberCafés (AMCC) en entrevista con Notimex.
De acuerdo con Hernández, si quien renta una computadora la utiliza para un acto ilegal, como fomentar la pornografía o "bajar" de Internet música pirata, el prestador del servicio puede ser acusado de complicidad.
En diversas vistas que realizó Notimex a Cybercafes, fue posible ver cómo los dueños vigilan y monitorean las páginas y acciones a las que sus clientes tienen acceso, lo cual implica también una violación a la privacidad del usuario. Es una constante en los diversos establecimientos la falta de control estricto de ingreso de los usuarios a la red o la entrega de algún comprobante a quien obtuvo el servicio. Incluso, en algunos ubicados en las cercanías de escuelas y en zonas de bajos recursos también es frecuente que quienes atiendan a los solicitantes sean menores de edad.
La Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal, publicada el 28 de febrero de 2002 en la Gaceta Oficial, habla de los cafés internet en su artículo XXI:
"Los titulares de aquellos establecimientos en donde se preste al público el servicio de acceso a la red de Internet, en los cuales se permita el acceso a menores, deberán contar con sistemas de bloqueo a páginas o sitios que contengan información pornográfica o imágenes violentas. Las computadoras que contengan dichos sistemas de bloqueos, deberán estar separadas de aquellas que tengan acceso abierto a cualquier información y queda prohibido que los menores tengan acceso a estas últimas".
En opinión de Pedro Hernández, es rescatable que se separe a los menores de edad de los mayores que tienen acceso a información exclusiva para adultos; el problema en este aspecto -señaló - reside en dos aspectos básicos.
El primero es que no existe un programa infalible para bloquear el acceso a páginas pornográficas y, como segundo aspecto, no hay una definición exacta de lo que es una página violenta, pues podrían ser páginas con caricaturas violentas o incluso la página de algún diario.
"No estamos protegidos porque muchas leyes no aplican y porque la tecnología va más adelante de la legislación; otro ejemplo es el acceso a llamadas de larga distancia a través de Internet, las cuales reducen el costo de 7 pesos por minuto a Estados Unidos, a 3 o cuatro pesos por minuto. "Estamos dando servicios de larga distancia sin ser permisionarios, pero si hablas con las autoridades ni siquiera te pueden ayudar porque no está reglamentado", apuntó el representante de la Alianza Mexicana de CyberCafés.
La propuesta de esta alianza es buscar a los diputados, o gente que sea cercana a ellos, para promover una legislación federal de servicios de Internet público.
En la actualidad, es difícil saber cuántos cybercafés existen, pero cálculos conservadores hablan de por lo menos seis mil a nivel nacional; la AMCC tiene registrados 350, lo cual constituye una parte representativa.
Según cifras de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el número de usuarios de Internet en negocios, incluyendo todo tipo de ellos, en 1996 era de 84 mil usuarios y para 2001 aumentó a un millón 608 mil.
Las tarifas por la renta de Internet se manejan por la oferta y la demanda, y conforme a la zona pueden cobrar desde 10 hasta 60 pesos por hora dependiendo también del mercado al que esté enfocado el negocio. Por ejemplo, en Cancún, el costo es de 10 pesos por 10 minutos.
Ahí, está orientado al turismo internacional, jóvenes, gente menor de 35 años que busca entretenimiento. Principalmente, estudiantes y un mercado alternativo enfocado a gente adulta que busca privacidad y cybercafés para el segmento gay.
Cybercafé es un producto neto del auge de la red de redes, conjuga servicios como impresión, scanner, videoconferencias, llamadas a cualquier teléfono a Estados Unidos, Canadá, Europa, Corea y China; "bajar" archivos de MP3, video, audio, servicio de cafetería, lo que puede hacer de este negocio un éxito en función del mercado que satisface. "El éxito de Hotmail fue un hito para el mercado masivo de correo vía Internet, cualquier persona podía tener una cuenta de correo electrónico. Esto creo la necesidad de tener accesso a una computadora aunque no fuera propia.
"Con ello, la red mundial se democratizó, ya no era necesario ser universitario o tener dinero para pagar una cuenta de correo. Los cybercafés contaron con un público con necesidad de utilizar una computadora y sin los recursos para comprarla", agregó Además, señala "el empresario tiene que estar atento a los cambios y tendencias en el ambiente. Muchos de estos cambios pueden ser favorables, por ejemplo, el auge de servicios como Napster y sus sucesores motivaron un crecimiento en la afluencia de clientes a los cybercafés.
"Con ello, también se hizo imprescindible contar con equipos de quemado, para que los usuarios pudieran llevarse archivos grandes con ellos", dijo el representante de la AMCC.
A más de siete años de que iniciaron su apertura en México, no ha habido alguna empresa que haya podido abarcar gran parte del mercado de cybercafés. En este momento se ve difícil la toma del mercado por algún actor en particular.
Es un negocio destinado a crecer al estilo mexicano: un cybercafé y una miscelánea en cada esquina.