México, D.F.- El espíritu navideño ha estado presente en la gran pantalla desde los inicios del séptimo arte. Basta recordar filmes como Christmas Morning (1899) o The Christmas Burglars (1908) para comprobar lo anterior.
Historias mágicas, de reflexión, comedias, infantiles e incluso algunas que realizadas como mero pretexto para la comercialización, lo cierto es que cada año sin excepción se lanza en cartelera cuando menos una nueva cinta navideña.
Ante tal diversidad decembrina en cine, se han elegido los ocho filmes navideños más representativos de todos los tiempos, ideales para organizar un maratón en casa ad hoc con la temporada.
Un ángel baja del cielo
La Esposa del Obispo’ (1947).- Un clásico que dirigiera Henry Coster y cuya principal característica consiste en destacar la buena actitud y voluntad entre el hombre y sus semejantes. Un invierno, el obispo Henry Brougham (David Niven) invierte su valioso tiempo en planear la construcción de una nueva catedral para su pueblo.
Lo que comienza como una buena intención termina por afectar al obispo, siendo que éste, en su obsesión por ver culminada su obra, olvida elementos esenciales de su vida como su propia familia.
Para rescatarlo llega Dudley (Cary Grant), un ángel enviado del cielo a quien todos adorarán menos Henry.
Una película para el disfrute de toda la familia, que sensibiliza e invita a la reflexión, y que cuenta con un reparto hoy convertido en leyenda: a Grant y a Niven se une la actriz Loretta Young como una viuda millonaria que ayudará a la construcción del templo.
El clásico indispensable
Qué Bello Es Vivir (1946).- Frank Capra consiguió hace ya más de medio siglo plasmar en la gran pantalla la que es hasta la fecha la mejor película navideña de todos los tiempos.
George Bailey (James Stewart) fue un hombre que vivió para ayudar a los habitantes de Bedofrd Falls, dejando pasar incluso sus propios sueños para cooperar a realizar los de los demás.
Mas esas épocas de bonanza llegaron a su fin y el siempre atento y bondadoso Bailey se encuentra ahora en bancarrota. La decepción ha minado su corazón en tanto que su mente planea un fatal suicidio.
Al igual que en La Esposa del Obispo, Bailey es socorrido por su propio ángel guardián: Clarence (Henry Travers), quien tiene como misión recordarle a Bailey todo lo que él ha hecho por sus semejantes y cuánto lo necesitan entre ellos.
Con un casting completado por Lionel Barrymore y Donna Reed, Qué Bello es Vivir es una historia que desborda las emociones del espectador, tan brillantemente concebida por Capra que incluso se encuentra dentro de la lista de las 20 mejores cintas de todos los tiempos del American Film Institute.
Remakes navideños
Milagro en la Calle 34’ (1947, 1994).- Un clásico que dio la vuelta al mundo y abrió los ojos de los espectadores ante la premisa del verdadero significado de la Navidad.
Admirada por el materialismo que rige en Navidad, la pequeña Susan, cuestiona el valor de tal festividad, en tanto que su madre de nombre Doris Walker, una ejecutiva escéptica, encargada de una tienda departamental, requiere urgentemente de un Santa Claus para su negocio.
Walker contrata a Kris Kringle, quien asegura ser el real y auténtico Santa Claus. Ante la burla de la madre y la duda de la hija, Kringle decide llevar a juicio su caso para comprobar su existencia.
Una historia arriesgada, que muestra la constante duda en la fe y la bondad humana entre los hombres incluso desde pequeños, alcanzó tal éxito en su primera versión protagonizada por Maureen O’Hara, Edmund Gwenn y Natalie Wood, que en 1994 se repitió la experiencia con Elizabeth Perkins y un atinadísimo Richard Attenborough en los roles principales.
Noche Buena de travesuras
Mi Pobre Angelito (1990).- Reconocida en su momento como la película favorita de los pequeños, Mi Pobre Angelito es una comedia dirigida por Chris Columbus (Harry Potter), uno de los cineastas con mayor dominio en el ámbito del cine familiar.
La trama narra las aventuras de Kevin (Macaulay Culkin), quien por descuido de sus padres es olvidado en casa en pleno 24 de diciembre. A su angustia se le sumará el hecho de lidiar con un par de ladrones (Joe Pesci y Daniel Stern) que quieren irrumpir en su casa. Kevin ingeniará una serie de estrategias para detener a los intrusos.
Mi Pobre Angelito fue un hit en cartelera, recaudando cifras millonarias en taquillas, producto de una suma de talentos que incluyen a Columbus, a Culkin, quien a sus entonces diez años de edad se convirtió en un ídolo de la meca cinematográfica, y a John Williams en la música, quien suele convertir sus composiciones en clásicos y ésta no fue la excepción: Somewhere In My Memory, es a la fecha programado en la radio a lo largo de todo diciembre.
La cinta contó con dos secuelas, una en 1992, casi tan exitosa como la primera, en la que Kevin se pierde en la gran urbe neoyorquina; y otra en 1997, donde lo único que se conservó fue el título, director y elenco fueron cambiados, y bajo la batuta del realizador Raja Gosnell la cinta pasó desapercibida.
Navidad de peluche
Cuento de Navidad de los Muppets (1992).- El cuento navideño más popular y recurrido, originalmente escrito por Charles Dickens es ahora interpretado por los Muppets bajo la dirección de Brian Henson, hijo del creador de los famosos muñecos, Jim Henson.
Una entretenida mezcla entre actores reales y títeres, donde el primer actor Michael Caine interpreta al apático Sr. Scrooge. René, Peggy, Gonzo, Animal y Rufus deben soportar el rechazo de Scrooge, y tolerarlo para conseguir que abra su corazón.
Un Santa Claus impostor
Santa Cláusula (1994).- Un hilarante Tim Allen interpreta a Scott Calvin, un ejecutivo que por azares del destino se encuentra en el Polo Norte, donde le dan la noticia de que tendrá que reemplazar a Santa Claus para esa Navidad.
Calvin, con todo y su carácter burlón, decide tomar el trabajo como una opción para salvar la cada vez más distante relación que mantiene con su hijo Charlie (Eric Lloyd).
La diversión comienza desde el momento de la transformación de Calvin en Santa, hasta los gags en los que debe enfrentarse a las innumerables dudas de los niños.
Este 2002 las pantallas se vistieron con la secuela de esta cinta, en la que Calvin se ha mantenido como Santa Claus durante los pasados ocho años. En el Polo Norte lo consideran el mejor Santa de todos los tiempos: ha implementado tecnología de punta para la fábrica de juguetes y es ingeniero en jefe de cientos de duendecillos que hacen los juguetes para Navidad.
Sin embargo, Santa parece tener serios problemas: inexplicablemente comienza a bajar de peso, además de que descubre que su hijo ahora adolescente está en problemas, por lo que tendrá que dejar a un poco convincente sustituto en tanto que él acude a ayudar a su hijo.
La versión
de Schwarzenegger
El Regalo Prometido (1996).- Una comedia en la que el solo nombre de Arnold Schwarzenegger nos indica una buena dosis de acción.
Cuando Howard Langston, un importante hombre de negocios absorbido por su trabajo, recuerda en la víspera de Navidad que no ha comprado el regalo para su hijo Jamie (Jake Lloyd, Star Wars: Episodio I), se compromete a adquirir dicho presente cueste lo que cueste.
Con lo que Langston no cuenta es con que su pequeño le ha pedido a Turbo Man, el juguete de moda que por consiguiente está agotado. Langston será detenido por la policía, intentará robar el Turbo Man de su propio vecino y terminará por ser el propio juguete, con tal de no fallarle a su hijo.
El espíritu se apodera
de Nicolas Cage
Hombre de Familia (2000).- Nicolas Cage es Jack Campbell, un multimillonario empresario que a primera impresión parece tenerlo todo: mujeres, lujos, un buen empleo, viajes... y él cree firmemente no necesitar nada más para ser feliz.
Sin embargo, al encontrarse con la posibilidad de vivir una vida alterna a la suya, formando una familia con Kate (Tea Leoni), una ex novia a la que amó pero sacrificó por sus estudios, Jack se da cuenta de cuán vacía y superficial es su vida.
Una historia con fuertes dosis de miel, pero con una fuerte premisa sobre el materialismo en el que la sociedad actual vive inmersa, pasando de largo importantes valores inherentes al ser humano.