TORREÓN, COAH.- De mantener el mismo esquema en el sector agropecuario, el panorama para el campo a partir del próximo año en que se registran avances significativos en la práctica del libre comercio, será negativo. Los campesinos de México no podrán competir en la globalización.
Eliseo Raygoza Sánchez, director de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), Unidad Laguna, sostuvo lo expuesto y agregó que nos alcanzó el tiempo, pues gran parte del contenido del Tratado de Libre Comercio (TLC), con Estados Unidos y Canadá, se hace efectivo a partir del 2003.
La colocación de los productos del campo –ganado y cosechas—, dependerá en gran parte de las acciones previas que puedan adoptar los tres millones de campesinos de 30 mil ejidos cuyos habitantes aún se dedican a la explotación del medio rural, explicó.
Sin embargo, la parte más importante será la que muestre el gobierno de México, que definitiva-mente deberá ofrecer un apoyo mayor a los campesinos para poder competir en el libre comercio.
La competencia llega en condiciones desiguales, principalmente porque los campesinos de México están fraccionados y se ha impedido la tecnificación de los sistemas de producción en nuestro campo productivo. La situación es la misma de campesinos y pequeños propietarios, aseguró.
Por otra parte, mencionó que en reuniones del Consejo Estatal de Desarrollo Rural, un represen-tante de Aduanas reconoció que el año anterior ingresaron al país más de 35 mil trailers con alimento diverso y existe un descontrol absoluto en las fronteras.
Los programas de apoyo al campo tales como Procampo, Kilo por kilo, Alianza por el Campo, etc., sí son muestras de interés en apoyar al medio rural, pero desafortunadamente no es lo suficiente.
Ejemplo de lo complicado de nuestra situación, añadió, es lo que ocurre con el algodón donde sí somos autosuficientes, pero aún así los compradores locales prefieren el de importación por la diferencia de precios.
El melón, la sandía y otros productos, se puede ver, los andan vendiendo en los cruceros, pues la falta de organización e intermediarios es un problema que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo y hasta el momento no ha sido atendido, añadió.
Los laguneros tenemos opción de competir aprovechando nuestro territorio con la explotación de la candelilla, el orégano, la lechuguilla, el sotol, pero se requiere definitivamente el respaldo mayor del Gobierno Federal para poder aprovechar las oportunidades del TLC, concluyó.
Año negro para el campo
Por su parte, Heriberto Flores Lizárraga, asesor de comercio exterior, mencionó que el 2003 será un año negro para el campo, sobre todo porque el gobierno de Estados Unidos aumentó ya en un 50 por ciento el respaldo para sus campesinos y la competencia no se dará en las mismas circunstancias.
La llegada del 2003 significa la libertad del pago de impuestos a muchos productos procedentes del medio rural extranjero, con costos inferiores a los de México; sin embargo hay esquemas para renegociar algunos contenidos del TLC.
En algunos granos como el maíz y frijol, la libertad total en el pago de impuestos se dará hasta el 2008, pero en el 2003, sí se esperan dificultades serias para el agro mexicano si no se toman acciones inmediatas, encabezadas por el Gobierno Federal.