Las declaraciones del Regidor Mauro Delgado en relación al caos que priva en el Sector Alianza, en el sentido de reconocer un mal desempeño del Director de Servicios Públicos y del Jefe de Plazas y Mercados en la administración municipal que está por concluir, mueven a desconcierto. Lo anterior porque el reconocimiento carece de valor, si se dirige a una conclusión que mejore aunque fuere de última hora, la prestación de tales servicios.
En su declaración a el Siglo de Torreón, el también Presidente de la Comisión de Servicios Públicos del Cabildo en funciones agrega que “nosotros como Comisión también tenemos la culpa, porque nunca les exigimos cuentas” a tales funcionarios. La aseveración precedente pone la piel de gallina, porque resulta inadmisible que los Regidores hayan sido omisos de cumplir con el deber elemental indicado, pues para eso están en sus puestos y el pueblo paga sus salarios.
El reconocimiento en los términos en que se expresa deviene cínico y resulta del todo estéril, en la medida de que no se acompaña de una propuesta para al menos ofrecer un alivio a los problemas del comercio ambulante y limpieza, en la presente temporada navideña. Es cierto que tres años son pocos para resolver los problemas de nuestra ciudad, pero con actitudes como la que es objeto de comentario, ningún período es tiempo suficiente.
Puede ser que la actitud del aún Regidor esté afectada con una carga de relativa frustración al cierre del actual período sin embargo, tal explicación no se justifica. La ciudadanía de Torreón espera que el cambio de estafeta en el Gobierno Municipal inyecte nuevos bríos, para atender la problemática que plantea tanto la vida diaria que requiere más y mejores servicios públicos, como el desarrollo de mediano y largo plazo, que demanda una mayor infraestructura.