BARCELONA, España, (Reuters).- El holandés Louis van Gaal dijo ayer que no tiene intención de renunciar a la dirección técnica del Barcelona, a pesar de la furiosa reacción de los hinchas del club ante la derrota por 3-0 como local ante el Sevilla. El resultado dejó al Barcelona en el puesto 13 de la liga española de futbol de primera división, a 16 puntos del equipo puntero Real Sociedad y sólo dos por encima de la zona del descenso.
Los aficionados del Barcelona rechiflaron a Van Gaal y a los jugadores durante todo el partido en el estadio Nou Camp y pidieron la renuncia del técnico y del presidente del club, Joan Gaspart, como colofón de la mala campaña del club catalán en la liga española. "No voy a dimitir ya que no es la mejor solución para el Barcelona", dijo Van Gaal en conferencia de prensa tras el partido. "Siempre he dicho que lo más importante es la unión entre todos los estamentos del club y por tanto no voy a dimitir", agregó.
Van Gaal dirigió al Barcelona por tres temporadas entre 1997 y el 2000, ganando títulos de liga en sus dos primeros años y accediendo a las semifinales de la Liga de Campeones de Europa en el tercero.
A pesar de su éxito inicial, el holandés nunca fue popular en Barcelona y la decisión de Gaspart de contratarlo de nuevo este año resultó muy polémica. Ayer, Van Gaal sufrió los insultos de un amplio sector de la tribuna barcelonista y vio cómo, en señal de desaprobación, los hinchas agitaban sus pañuelos y se dirigían a un Gaspart que trataba de no caer en llanto.
La situación del Barcelona en España contrasta con su brillante campaña en la Liga europea, en la que acaba de igual el récord de diez victorias sucesivas que tenía en AC Milán. "Jugadores y técnicos deben trabajar más que nunca para ayudar al presidente y sobre todo por el club", dijo Van Gaal, quien admitió que se sentía "tocado" por el contraste de ayer.