Reuters
Jerusalén, El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, criticó ayer duramente una ley de Estados Unidos, considerada un apoyo tácito a las demandas de Israel de considerar a Jerusalén la capital del estado judío.
“Es una catástrofe que musulmanes y cristianos no deberían dejar pasar en silencio”, dijo Arafat sobre la nueva ley, que entró en efecto el lunes y requiere que las dependencias del gobierno estadounidense coloquen en todos sus documentos oficiales a Jerusalén como la capital de Israel.
“Jerusalén es algo que toca (...) a toda la comunidad internacional”, expresó Arafat en declaraciones desde el complejo donde están situadas sus oficinas en Ramallah, destruido casi por completo por tanques de guerra israelíes que durante 10 días mantuvieron cercados los edificios.
Las tropas israelíes que rodeaban las oficinas del presidente de la Autoridad Palestina mantuvieron cercado el complejo hasta el domingo, cuando se retiraron debido a la presunta presión de Estados Unidos, preocupado por la necesidad de apoyo internacional a una posible operación militar contra Iraq.
“Pido al gobierno estadounidense y al presidente estadounidense que paren esto”, agregó el líder palestino.
La nueva ley estadounidense generó una condena inmediata de la Liga Árabe y de Arabia Saudita, uno de los principales aliados de Washington en su “guerra contra el terrorismo”, en un momento en que Estados Unidos enfrenta una batalla cuesta arriba para convencer a las naciones árabes a apoyar una posible acción militar contra Iraq.
En declaraciones citadas por la estatal Agencia de Prensa Saudita, un portavoz del gobierno del reino expresó la “extrema preocupación” del país por la medida estadounidense sobre la disputada ciudad, sagrada para judíos, cristianos y musulmanes.
“En esta coyuntura crucial, el reino esperaba que todas las decisiones relacionadas con este asunto respaldarían la paz en el Oriente Medio”, dijo el portavoz saudita.
“Nos sorprendió esta decisión que envía el mensaje incorrecto a Israel, ya que lo incentiva a adoptar un enfoque más extremista hacia los palestinos y las resoluciones de la ONU”, agregó.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, dijo que la medida arruina los esfuerzos orientados a reanudar las conversaciones entre israelíes y palestinos.
“Esto lleva a destruir los esfuerzos realizados para devolver el conflicto árabe-israelí al plano político apropiado y mantiene en primer plano la ocupación, la resistencia, la tensión y la violencia”, dijo Moussa en un comunicado.
El comunicado de la Liga Arabe, emitido en El Cairo, dijo que la ley estadounidense ocurre “en medio del sufrimiento del pueblo palestino en su vida diaria y el deterioro de su situación humanitaria, debido a las arbitrarias medidas de la ocupación militar israelí”.
El pequeño emirato árabe de Qatar, que preside actualmente la Organización de la Conferencia Islámica, condenó también la ley y la calificó de “una flagrante violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Jerusalén”.
Los palestinos quieren que Jerusalén Oriental, capturada por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967, sea la capital de un futuro Estado palestino que buscan establecer en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Israel, por su parte, considera a toda Jerusalén su “capital eterna”.
El destino de la ciudad sagrada ha sido un fuerte obstáculo en las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos, que se estancaron en septiembre del 2000 y condujeron a una nueva insurrección palestina que ha dejado al menos a 1,575 palestinos y 602 israelíes muertos.
La Casa Blanca enfatizó que la ley no cambia su política sobre la necesidad de negociar una solución a la condición de Jerusalén, ni se inclina sobre los llamamientos en el Congreso a favor de trasladar la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
Más de 1,000 palestinos marcharon en Gaza para protestar contra la ley, coreando consignas contra Bush y quemando banderas estadounidenses e israelíes.
“¡Marcharemos a Jerusalén sacrificando a millones de mártires en el camino!”, gritaron los manifestantes.