El presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Jorge Espina Reyes, expresó que el 2003 será un año muy difícil, puesto que no existen señales claras de una recuperación que permita la reactivación de la economía.
Estimó que en el proceso de reformas estructurales que el país requiere ha faltado cabildeo al gobierno federal, pero también compromiso de parte de las fuerzas políticas representadas en el seno del Congreso de la Unión.
Estableció que es evidente la dependencia de la economía nacional del comportamiento que sobre el particular tenga EU, merced a que el 90 por ciento de las exportaciones se canaliza al vecino país del norte, de ahí que sea comprensible la lentitud con la que avanza el crecimiento económico. Sin embargo, otro factor fundamental es que no se ha tenido la capacidad para realizar las reformas estructurales que México necesita para su repunte.
Dijo que es evidente que de aprobarse las referidas reformas, existen muchas posibilidades de alcanzar los niveles de crecimiento del 7 u 8 por ciento de la economía, lo que permitiría la generación de un millón y hasta un millón 200 mil empleos de manera anualizada; pero lo cierto es que con base en el presupuesto federal para el 2003 las proyecciones son de un crecimiento del 3.0 por ciento, lo que se traducirá en la creación de algo así como 450 mil empleos.
Espina Reyes mencionó que en materia estructural es vital que las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión asuman su responsabilidad e identifiquen las principales necesidades del país, dentro de las cuales se encuentra una urgente modificación al marco fiscal del país, que por lo corto del tiempo no se dará en lo que resta del presente año, pero que es necesaria a fin de que contribuya a la generación de mayores recursos tributarios, que promueva el ahorro y la inversión, pero también que ataje de forma definitiva a la economía informal.
Tras precisar que la primera reforma estructural es la fiscal, anotó que por su importancia se tiene que abordar también la modificación al marco laboral en el país, lo relativo a los energéticos, entre otros cambios de fondo, que lamentablemente se han postergado en el Poder Legislativo por falta de acuerdos.
Estableció que en la evolución lenta del crecimiento de México algo tiene de culpa el gobierno federal, que no ha tenido la capacidad necesaria para realizar de manera oportuna los cabildeos necesarios, porque se tiene que reconocer que ahora el Presidente de la República no es sino sólo uno de los actores, porque otro que ha recobrado una importancia a partir del 2000 es el Congreso de la Unión, y por ello se hace urgente que las principales fuerzas políticas lleguen a los acuerdos que se necesitan.
El dirigente nacional de la Coparmex apuntó que a diferencia de otros tiempos, ahora la sociedad mexicana es más madura y participativa, de tal forma que sabrá identificar con toda oportunidad a los actores que mantienen trabadas las principales reformas estructurales que el país necesita para su crecimiento.
Anotó Espina Reyes que en un escenario de competencia en el que se está viviendo, se hace necesario que los cambios en México se aceleren porque hasta el momento han sido demasiado lentos; pero se debe tener claro que ahora existen candados, porque cada uno de los tres poderes de la República cuentan con autonomía, pero también con un papel importante qué desarrollar.
En materia de reforma laboral, destacó que un aspecto que no se debe perder de vista es que por primera vez esa iniciativa se presentó por parte de los empresarios con el consenso del 90 por ciento de las fuerzas sindicales en México, y no proviene del Ejecutivo federal o de los partidos políticos, pero pese a ello se cuenta con el respaldo del 85 por ciento de los diputados federales para su aprobación.
Apuntó que se trata de una reforma de fondo que requerirá de una mejora continua cada año, pues no se debe perder de vista que se modificaron 400 artículos de la Ley Federal del Trabajo.