Generalmente cuando alguien comete una torpeza inexcusable, hace cosas raras, dice barbaridades o simple y sencillamente la "riega" suele decírsele en lenguaje coloquial; no inventes.
Esto viene a cuento por la cantidad de situaciones anómalas producto de la descabellada inventiva de sus autores y que, como siempre, se le revierte a quien las hace.
En primer término tenemos al técnico de las Águilas del América, Manolo Lapuente, quien en una decisión incomprensible pone a jugar en el partido frente a Santos al delantero Moctezuma Serrato, quien no jugó un solo minuto en el torneo regular; además, retrasó en su posición al "Misionero" Castillo para tapar una hipotética salida de Carlos Cariño. O sea que de local, el táctico crema marcó al contención lagunero. Ver para creer.
José Luis Trejo también inventó al dejar fuera de la alineación inicial al goleador Sebastián "Loco" Abreu; luego metió de cambio a Juan Carlos Cacho, quien venía de jugar, y perder, la final centroamericana, y además fallar un penal, con un jugador cansado y desmoralizado pretendió resolver el cotejo. Parece increíble.
Carlos de los Cobos, entrenador nacional de la Sub-23 declaró tras la derrota ante El Salvador que le había gustado su equipo; pues qué gustos tan chaparros mi Charly, ya que el fracaso es monumental y deberá costarle el puesto.
Rafael Lebrija ha metido en un broncón al equipo Toluca; a tanta palabrería y falta de respeto a su técnico, Graniolatti le contestó con hechos; se va con la frente en alto y le deja calificado al club para semifinales pero acéfalo en la dirección.
Rafita pasa las de Caín y busca desesperadamente entrenador para ser campeón y así conservar la chamba.
El Dueto Fantasía, Vergara-Sisniega también se las trae, pues llegando a la Liguilla suprimieron las primas económicas y así demostraron al plantel para bien o mal, son costumbres que estos arribistas vienen a querer borrar.
Hablando de inventos, Edgardo Codesal puso lo suyo con la inexplicable designación de Antonio Marrufo para el América-Santos.
El veterano silbante demostró que ya no está para estos trotes omitiendo sancionar adecuadamente faltas graves y obsequiando un penal a los azulcrema que pudo ser catastrófico en el resultado.
Por lo anterior, a todos los interesados les pido encarecidamente, ¡no inventen!.
No sabemos cuáles árbitros seguirán adelante en la “Fiesta Grande” pues lo cierto es que las calificaciones en que supuestamente se basan las designaciones las pone una sola persona o por lo menos, las induce. Codesal sabe, desde el inicio de las finales quién va a dirigir la gran final.
Ojalá su manipulación le dé resultado.