Torreón, Coah.- Una total y desinteresada entrega hacia sus semejantes es la de María Asunción Ortiz, religiosa lagunera, quien partió ayer al África por tres años a convivir y ayudar a los más necesitados, misión que cumple desde hace ya varios años.
Originaria de esta ciudad, la Madre Asunción dijo en entrevista con El Siglo de Torreón que se dirigía a El Chad, un país de África Central y el pueblo donde trabaja para la comunidad, se localiza a unos 800 kilómetros de la capital, N´djamena.
La religiosa pertenece a una congregación denominada “Hermana de los Pobres, Hijos del Sagrado Corazón”, en Zamora, Michoacán, a donde hace aproximadamente 10 años llegó un obispo italiano para invitarlas a servir a los pobres.
“Somos cinco hermanas que decidimos irnos y creo que con eso respondemos a lo que quiere el Señor, pero además no estamos trabajando únicamente para convertir a la gente, ya que es un pueblo musulmán y existen otras religiones”.
Su labor consiste, explicó la religiosa, en auxiliar a la gente de diversas formas, tienen un dispensario para atender médicamente a los que necesitan, establecieron también comunidades de base y catequesis.
Explicó que la pobreza en esas regiones del África es enorme. “Para que se den una idea; en las escuelitas comunitarias los niños no tienen libros, no tienen bancas y los profesores ganan 10 dólares al mes, pero mucha gente no tiene ni trabajo”.
Otro aspecto que destacó la religiosa es que la mujer está muy marginada de la sociedad y por ello trabajan también en su desarrollo, con la finalidad que busquen la superación como personas.
La Madre Asunción, que fue despedida por sus familiares en el aeropuerto, dijo que sólo cada tres años puede venir a visitarlos y luego regresa a cumplir con su misión, que es ayudar a los más necesitados.