Reuters
SEÚL, COREA DEL SUR.-El actual presidente y el presidente electo de Corea del Sur analizaron ayer la arriesgada decisión de Corea del Norte con su programa nuclear, mientras Washington dijo que no negociará bajo coacción con el estado comunista.
Sin embargo poco se supo de la reunión del presidente Kim Dae-jung y su sucesor, Roh Moo-hyun, quien fue elegido el jueves y asumirá en febrero.
La prensa sudcoreana dijo que ambos favorecieron una solución pacífica para la crisis, que un legislador estadounidense describió como una amenaza más grande que la de Iraq.
Park Sun-sook, una portavoz de Kim, dijo que las conversaciones "se centraron en el caso nuclear de Corea del Norte, y los vínculos con Estados Unidos, Japón, China, Rusia y la Unión Europea, todos los cuales trabajan con Washington para desactivar la crisis.
No obstante ambas partes declinaron ofrecer detalles de las conversaciones, que fueron las primeras de varios encuentros programados durante la transición de mando.
Corea del Norte confirmó el domingo que comenzó a remover los sellos y a desactivar las cámaras en el reactor nuclear de cinco megavatios de Yongbyon, una planta que fue el centro de una crisis anterior en 1994 y que fue parte de un acuerdo posterior con Estados Unidos.
El gobierno norcoreano dijo que hizo eso para generar electricidad.
En Washington, el secretario de Defensa estadounidense dijo que Corea del Norte se está equivocando si trata de desarrollar su propias armas nucleares aprovechando que Estados Unidos está concentrando su atención en el conflicto con Iraq.
Cuando se le preguntó al secretario de Defensa Donald Rumsfeld si Corea del Norte podía aprovechar la situación en Iraq para reanudar su propio programa de armas nucleares, éste contestó: "Si lo hacen, sería una equivocación".
Rumsfeld dijo que Estados Unidos tiene la capacidad de enfrentar dos conflictos regionales al mismo tiempo.
"Tenemos la capacidad de ganar decididamente en uno y avanzar lentamente en el otro caso", dijo en una conferencia de prensa que ofreció en el Pentágono. "Que no queden dudas de eso".
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, consultó el lunes a Francia, Rusia y Gran Bretaña sobre la situación y según dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Reeker, Estados Unidos quiere llegar a una solución pacífica.
Durante el fin de semana, Powell había conversado al respecto con funcionarios de China, Corea del Sur, Rusia y Japón, entre otros.
"Todos apoyan el punto de vista del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) de que las acciones de Corea del Norte presentan serias preocupaciones y ocultan su anunciada justificación para producir electricidad", dijo Reeker.
"Las barras de combustible consumido pueden utilizarse para producir plutonio y no tienen relevancia para la generación de electricidad", agregó.
Corea del Norte, país que el presidente estadounidense, George W. Bush, acusó de formar un "eje del mal" con Iraq e Irán, retiró los dispositivos de supervisión de un depósito que almacena unos 8.000 cilindros de combustible consumido en el reactor de Yongbyon, al norte de Pyongyang, los cuales pudieran ser reprocesados para obtener plutonio para armas nucleares.
Violación de los acuerdos
"Están violando sus responsabilidades (...) y no vamos a responder a amenazas o compromisos incumplidos", agregó Reeker.
"Queremos una resolución pacífica".
La planta de Yongbyon fue cerrada tras el acuerdo de 1994 con Estados Unidos, en que Corea del Norte se comprometió a congelar sus reactores a cambio de envíos de petróleo y la construcción de un reactor de otro modelo que no libera materiales útiles para armas nucleares.
Sin embargo, Estados Unidos, Corea del Sur y la Unión Europea interrumpieron los envíos al Norte después que Pyongyang admitió recientemente la existencia de un programa para obtener uranio enriquecido, que desafió los acuerdos de 1994 y otros compromisos internacionales.
A diferencia de su posición con Iraq, a quien Washington ha amenazado con la guerra si no de deshace de sus presuntos programas de armas de destrucción masiva, Estados Unidos ha reiterado que quiere una solución pacífica desde que Pongyang reveló en octubre a funcionarios estadounidenses que contaba con un programa nuclear secreto.
Durante el fin de semana, el director del OIEA, Mohamed ElBaradei, expresó la preocupación de la organización por la decisión que tomaron los norcoreanos.
"El combustible consumido contiene una cantidad significativa de plutonio. La acción de Corea del Norte es preocupante para la no proliferación (de armas nucleares) y representa otro inconveniente para la capacidad del OIEA de aplicar medidas de seguridad (en Corea del Norte)", dijo ElBaradei.