El acuerdo del cabildo de Torreón que autoriza al Alcalde a solicitar un crédito de veinte millones de pesos a punto de concluir la actual administración, constituye un precedente negativo que no debe consumarse. En la historia de nuestro municipio, no se había dado el caso de que a dos meses de cerrar un ciclo de gobierno, se autorizara al Presidente a contraer un adeudo de última hora que como tal, es cuestionable.
Lo anterior ocurre apenas pasado un mes de que el alcalde Javier Garza de la Garza declarara que el estado de las finanzas del municipio era el óptimo, lo que en consecuencia queda desmentido en los hechos. Es cierto que la aprobación definitiva de la medida depende del Congreso de Coahuila, por lo que nuestros diputados deberán justificar su postura al respecto, con una pulcritud y transparencia que no muestra la autorización del Ayuntamiento.
En efecto, la resolución de cabildo que se comenta es omisa de expresar el destino preciso del crédito y sus condiciones específicas, cuyo conocimiento es indispensable para sustentar legalmente la medida. Por otra parte el endeudamiento no es admisible, en función de que el Gobierno federal adelantará el pago de participaciones que corresponden al primer trimestre del año entrante, a fin de que estados y municipios solventen el aguinaldo de los empleados públicos.
El acuerdo implica el riesgo de que la próxima administración inicie con una doble carga, la que derive del pasivo que existe y el que se pretende contraer y la menor disposición de recursos con motivo del adelanto de participaciones que se menciona. El ayuntamiento en funciones debe considerar que cualquier agravio consecuente con la autorización que es objeto de referencia, no se infiere a un adversario político que entra el relevo en la administración, sino al pueblo de Torreón en su conjunto.