No es verdad lo que el presidente Vicente Fox ha sostenido en el sentido de que la transición que vive el país ya concluyó, pues aún no existe acuerdo entre las distintas fuerzas políticas nacionales sobre cuál debe ser la forma y términos en que tienen que enfrentarse los grandes problemas que tiene la República y mientras eso no suceda ni siquiera se puede afirmar que se ha iniciado una transición con rumbo cierto.
Por ello, es de señalada importancia el que los actores políticos construyan puentes de entendimiento y establezcan un diálogo permanente que posibilite alcanzar el objetivo antes mencionado. Porque mientras persistan las rivalidades, mientras se sigan presentando confrontaciones que lejos de acercar alejen a esos actores, no se puede sostener una afirmación como la del Presidente.
En ese orden de ideas, la confrontación entre los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores y el presidente Fox, era otro punto negativo que alejaba aún más la meta comentada. De ahí que el hecho de que se hayan aclarado las posiciones y por una parte el Presidente reconociera el derecho de los ejecutivos estatales de demandar mayores recursos para sus entidades y que los gobernadores aceptaran no ponerle a aquél ultimátum alguno, es un buen paso para arribar a un entendimiento.
Nada ganan unos y otro con enfrascarse en confrontaciones estériles que sólo complican el panorama político; porque es evidente que los gobernadores necesitan el apoyo del Presidente, pero éste a su vez requiere la ayuda de aquéllos para sacar adelante sus propuestas de reforma, por lo que una vez superada la divergencia es necesario que todos hagan su mejor esfuerzo para dialogar y trabajar juntos para solucionar los grandes problemas que afectan al país.