La recurrente crisis económica que aqueja a nuestro país ha dejado un saldo de pobreza, que a su vez cancela oportunidades de desarrollo y conduce a la desintegración familiar y social. Uno de los frutos más amargos de este proceso es la aparición creciente de los llamados Niños de la Calle, que son pequeños hermanos nuestros que al caer en condiciones de abandono moral y asistencial, se convierten en enemigos potenciales de la comunidad.
La temporada de Navidad en la que se suelen renovar los propósitos de solidaridad entre los hombres, es propicia para insistir en una cuestión que dada su importancia nos debe ocupar a lo largo del año. Por ello el Siglo de Torreón llevó a cabo una investigación de campo, que trajo como consecuencia publicar bajo el formato de reportaje las cifras actualizadas del problema y los alcances de las soluciones con que al respecto contamos.
El panorama es alarmante e interpela por tanto a Gobierno y Sociedad, en virtud de que, de que las cifras de niños y jóvenes en las condiciones de abandono expuestas va en aumento. Por otra parte, en forma inversamente proporcional se expresan las estadísticas relativas a la atención que brindan las instituciones creadas para resolver el problema como Casa Cuna, Casa Hogar y otras dedicadas a tales funciones en nuestro municipio.
La administración municipal que está por iniciar tiene en este problema un enorme reto a vencer, que debe asumir como líder de una sociedad que debe actuar en este rubro de manera corresponsable. La trillada expresión según la cual la juventud es el futuro de la patria, encuentra en el tema en cuestión una expresión viva, de un fenómeno que debe ser objeto de atención inmediata y constante porque en efecto, en ello nos jugamos el porvenir.