La rectificación de la tarifa de energía eléctrica en la Comarca Lagunera, constituye una buena noticia en alivio de la economía de las familias de la región. El paso a la tarifa 1C a partir del lunes pasado, supone un aumento al subsidio que se traduce en un ahorro motivado por el reconocimiento de que nuestra Comarca es una región de clima cálido que como tal, implica la utilización de abanicos y aparatos refrigerantes de diverso tipo.
Con motivo del último proceso electoral en el estado de Coahuila, se politizó la cuestión hasta el extremo de que hizo crisis, lo que precipitó una decisión al respecto por parte de la Comisión Federal de Electricidad. Sin embargo la decisión se inscribe en el más puro sentido de justicia, pues los niveles de calor en la región justifican un apoyo de la naturaleza indicada, en función tanto de criterios de bienestar, como de rendimiento productivo.
Por ello es justo reconocer que el logro obtenido, es fruto de una nueva y mejor relación entre gobierno y sociedad que rebasa los intereses partidistas, ya que la reclasificación es producto de gestiones que se remontan a cinco años atrás, realizadas por funcionarios y legisladores de diversos signos políticos. En ese orden de ideas, la polémica sobre el particular, debe darse por concluida en un clima de concordia.
Con independencia de lo anterior, los mexicanos debemos acometer la reforma del sector energético en nuestro país, a fin de lograr un cambio estructural que permita que la inversión privada fluya en pro de su mayor eficiencia y modernización, sin mengua del papel rector que en ese rubro ejerce el Estado. Del entendimiento de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión sobre el particular, depende que se logre el objetivo de referencia.