Los trabajos de preparación y desmonte en el Valle del Hundido en la región de Cuatro Ciénegas Coahuila, a fin de establecer un área de cultivo de forrajes en ese lugar, es motivo de un cuestionamiento que clama a favor del desarrollo sustentable. Como es del conocimiento, los trabajos de referencia se iniciaron con el objeto de procurar alternativas de apoyo para la cuenca lechera de la Comarca Lagunera, a fin de proteger los mantos acuíferos locales.
Por desarrollo sustentable se entiende aquél que se obtiene al través de la productividad que compense la explotación de los recursos naturales, en términos de protección al medio ambiente. En otras palabras, se trata de descubrir los círculos virtuosos entre producción de bienes de consumo e instaurar las fórmulas de restitución a la naturaleza, de todos aquellos elementos que se extraen en los procesos industriales o de transformación lucrativa.
En el caso es encomiable el sentido empresarial de quienes acometen la aventura de explotar el medio ambiente arriesgando sus capitales en aras de una mayor producción, así como el apoyo de las autoridades al respecto. Sin embargo preocupa la falta de planeación que revela que en la región de Cuatro Ciénegas, se emprende una explotación del acuífero en el semidesierto sin que antes, se tomen la previsiones de protección que impidan el deterioro en el mediano y largo plazo.
La intervención de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente pretende ofrecer las condiciones de seguridad y certidumbre que se requieren en la especie, lo que debe suscitar la atención y vigilancia de la ciudadanía para que tal oferta se cumpla. En este importante rubro de nuestra vida pública como en todos, el justo medio debe prevalecer para garantizar al mismo tiempo el impulso productivo y la actitud crítica que garantice la protección del medio ambiente en el largo plazo.