Con la obra que se construye en el cruce de Miguel Alemán y José Rebollo Acosta en Gómez Palacio, la Dirección de Obras Públicas de Durango ofrece resolver los problemas de vialidad en la zona indicada. La idea es buena en la medida en que el denominado Sistema Inteligente aplicado al rubro de vialidad, pretende agilizar el flujo vehicular en cruceros críticos, a partir de obras de costo moderado, en virtud de que su eficacia se basa en diseño y semáforos y no en el volumen de construcción.
Precedentes de obras semejantes se han aplicado con éxito en Durango Capital, entre las que destaca la hecha a la entrada norte de la ciudad, en virtud de lo cuál dejó de ser un crucero conflictivo. Por ello resulta plausible el intento de modernización que se realiza en la vecina ciudad, si bien es necesario aplicar esfuerzos adicionales por parte de autoridad y ciudadanía para atemperar los inconvenientes que la realización de la obra plantea.
Lo anterior viene a cuento porque las obras han generado una mayor incomodidad que es el resultado de ocupación temporal del crucero, por parte de los operarios y maquinaria involucrados en la construcción. Esta situación aumenta la incidencia de accidentes en el lugar referido, lo que ocasiona el señalamiento recíproco de culpas entre los ciudadanos usuarios de las vialidades y la Delegación de Tránsito en Gómez Palacio.
Por una parte los automovilistas se quejan de la falta de un operativo de desahogo del tránsito que compense el bloqueo de la vía pública y por otra, las autoridades acusan a los usuarios de falta de cuidado. Esta actitud de mutuo reclamo a nada conduce por sí sola y por el contrario, se debe agregar una mayor autoexigencia de cada una de las partes, a fin de que aporten el ingrediente de solución que a cada una de ellas les corresponde.