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Nuestro entorno/¿Por qué tenemos que votar mañana domingo 29?

Alan Acoyani

Mañana domingo 29 de septiembre será el día de votación para renovar ayuntamientos y diputaciones locales en Coahuila. Como laguneros debemos preguntarnos el porqué es necesario salir a votar y si tiene sentido para uno y para nuestra Comarca.

Democracia y derechos son ambos ideales en crisis, no porque se les opongan alternativas mejores sino porque aumenta la distancia entre ideales y realidad. La democracia a la cual los mexicanos para variar hemos llegado tarde, es una fórmula ideal que no pertenece por entero al mundo del ser, sino del deber ser. Quizás por ello, algunos estén un tanto desencantados de los magros resultados obtenidos desde el 2 de julio del año 2000. Merced es, reconocer que el cambio no fue producto de un día de votación, aunque de alguna forma fue la cereza que coronó el pastel, sino de varios años de luchas, lentas pero seguras, en torno al ideal de que no es sólo un hombre el que debe tomar las decisiones, sino el conjunto de los ciudadanos. Cambio que tardó décadas en llegar y por tanto, tardará algunos años en ser parte cotidiana de nuestras vidas.

Es en este contexto en que el votar tiene sentido, ya que el cambio, cualquier cambio, sin perseverancia no sirve para nada. Poco a poco, se ha dado la alternancia en municipios, congresos locales, en el federal y finalmente en el ejecutivo nacional. A veces ganan unos, a veces otros regresan. Lo importante es que el proceso en sí permite que el que gobierna sea más cuidadoso que si todo sigue igual. -Si el que va a substituirme es mi adversario tendré más cuidado en lo que hago-. Así de sencillo, así de profundo. Si la democracia tiene como premisa básica que nadie debe tutelar a otro, ser el papá que decida por todos, sino que cada uno debe expresar sus intereses y la suma de individualidades dar las respuestas a los problemas más importantes para la mayoría, ¿Por qué demonios me da flojera salir a votar? ¿Por qué dejo que otros decidan por mí? ¿Por qué me puedo quejar si no pude o quise simplemente arrojar mi grano de arena, mi voto, a la urna? ¿Creo que nada más con estar sentado se resuelven mis problemas y los de mi comunidad? ¿Magia pura, hombre o mujer providencial, algún santo o virgen que intercedan por mí sin molestarme o de plano esperar a que Dios mismo me resuelva todo?

Una de las empresas más prestigiadas en el mundo y por supuesto en México, experta en encuestas electorales, Gallup, nos dice en el trabajo que realizó por pedido de EL SIGLO DE TORREON, que la moneda está en el aire. Hay de hecho un empate técnico entre las dos principales fuerzas políticas en la Comarca: PRI y PAN. Un 11% de indecisos que son quienes al final del domingo 29 habrán decidido con su voto quién será la próxima persona en el ejecutivo del municipio. Entre el voto tradicional, el denominado “voto duro”, el de sus fieles, cada partido tiene una plataforma muy sólida, más de 85% en los casos PRI-PAN, así que los contingentes partidarios sólo afianzarán esa base, lo definitorio está en los que están indecisos y en los que piensan, quizás, dejar que otros dispongan por ellos.

Por eso el llamado al voto es fundamental. Entre más ciudadanos votemos, más seguridad habremos de tener que la elección del alcalde o alcaldesa, habrá sido nuestra y de nadie más; si nos equivocamos fuimos nosotros y si acertamos también. No fue mi mamá sino yo mismo. Es pasar de la adolescencia a la madurez. La libertad tiene un costo, el miedo a la misma, el pavor a equivocarnos, pero siempre será superior a ser niños que sus papás le dicen qué hacer o no. ¿No estamos preparados para la democracia? Esa pregunta se la hicieron a Porfirio Díaz y dijo que sí y después en los hechos mostró que no y por eso fue la Revolución de 1910. Por tanto, ¿a qué le tiramos? ¿No nos sentimos mayores edad? ¿No podemos soportar las consecuencias de nuestros actos? ¿Tan infantes nos sentimos? ¿Cerramos el changarro y nos vamos? ¿Llamamos a alguien que sepa?

Votar en México es un derecho y supuestamente una obligación, pero a diferencia de otros países donde no ir a votar implica multas, aquí si no vamos no nos pasa nada. Lo que sí nos ocurre es que alguien va a estar feliz porque habrá de decidir sin nosotros, ¿eso queremos?

En la citada encuesta de Gallup, 39% de las personas piensan que las elecciones serán poco limpias. ¿Cómo pedir pulcritud a un proceso si ni siquiera voy yo a votar? ¿Si tampoco estoy presente en el proceso para ver con mis propios ojos si son limpias o no? Que si quien hace las encuestas está comprado, que si son empresas patitas o marca ACME de la que usa el coyote, que si sí, que si no, bla, bla, bla, bla, bla.

¿Les voy a creer a Tirios y Troyanos lo que digan, lo que chismeen y no seré capaz de estar allí? Por todo eso, votar es importante, es la llave de entrada a la democracia, es la puerta grande a ser adultos, son las riendas de nuestro futuro.

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