La vida siempre es un regalo. No hacemos nada para ganarla o merecerla. La oportunidad es también un regalo, pero el ser humano tiene una inclinación para arruinarla. El regalo de la oportunidad está reservado para los que eligen desenvolverlo. Sólo vivimos en el presente y avanzamos un momento a la vez para habitar lo desconocido. No nos fue dado a ninguno de nosotros ver o saber exactamente lo que nos espera en el futuro. Ignoramos el mañana, pero siempre tenemos el ahora. El ayer es historia; el mañana es un misterio, pero el hoy es un regalo... por ello lo llamamos “presente”. Así hemos de desenvolver la vida día a día.