Vive hoy. No tienes más. Abandona tu apego al pasado. Deja de utilizarlo como una excusa para no vivir plenamente hoy. Eres el producto de las elecciones que estás haciendo en estos momentos y nada te puede afectar si tienes sentido común. Elimina toda palabra de culpa de tu vocabulario. Estate atento a descubrir cuando utilizas tu pasado para justificar tu conducta actual. Deja de llorar. Te engañas llorándole al pasado porque no fue mejor. Lloras y gimes porque ves tu presente nebuloso, borrascoso. ¿Qué utilidad tienen la tristeza y la autocompasión? ¿Qué beneficios te acarrea atraer la atención de los demás con tus dramas grandes y pequeñas, pero farsas al fin? Recuerda con amor a esa parte de ti que ya ha pasado. Ahora estás en el presente. Bendice tu presente. Gracias debes dar por tener un presente. ¡Existe un pasado, sí, pero no ahora! ¡Hay un futuro, sí, pero no ahora! Sólo tienes el presente y cólmate de él.