Muchos eventos maravillosos ocurren con la desaparición gradual de un sentido de competencia. Ya no te vas a sentir en un concurso todo tensionado, en donde esperas ganar pero al mismo tiempo tienes miedo de perder. Cuando desapareces para siempre la competencia de tu vida, el relajamiento vendrá en todo lo que haces y todo lo que eres. Vas a fluir con naturalidad en tu mundo interno y externo. Vas a participar de la vida sin el terror de competir y de querer ganar a toda costa. Porque si haces desaparecer de dentro de ti las ansias de competir, ya habrás ganado en las verdaderas alturas que los demás no comprenderán pero eso estará fuera de tu agenda de preocupaciones.