El sueño de desarrollar un dispositivo electrónico que devuelva la facultad de ver a aquellas personas que la han perdido toda o en parte, está a punto de hacerse realidad. Al menos, eso indican los últimos avances logrados en los laboratorios. Un equipo dirigido por el investigador Murray Goldstein, del Instituto Nacional de Enfermedades Neurológicas, ha logrado que una mujer ciega distinga diversos puntos de luz gracias a minúsculos electrodos implantados en el cerebro. Goldstein le implantó en el córtex (zona encefálica que procesa las señales enviadas por los ojos) 38 electrodos un tercio más finos que un cabello humano y conectados a diminutos cables de oro, que sobresalían del cráneo. Al aplicar pequeñas corrientes eléctricas, funcionaron 34de los 38 cables , lo que le permitió a la voluntaria ver puntos de luz de color púrpura, azul y amarillo. Después de analizar cada electrodo que produjo una señal en el córtex, los expertos lograron que la mujer viera varias letras. El próximo paso será implantar a una persona 250 microelectrodos para conseguir que vean una imagen coherente. El objetivo es facilitar la movilidad y lectura de los invidentes. Además, dos expertos de la Universidad de California están desarrollando una diminuta computadora que va a funcionar con los mismos principios del ojo de la salamandra, un batracio europeo.
