¿Sabes la causa de todo el sufrimiento humano a través de todas las épocas? Es que nos hemos separado de nuestra naturaleza original. Tenemos temor y tratamos de escapar en lugar de enfrentarlo y comprenderlo. Culpar a otra gente y a las circunstancias nos causa sufrimiento. Entonces nos rehusamos a tener confianza en nosotros mismos y la felicidad que decimos tener es solamente imaginaria. Debemos dejar de seguir a los falsos profetas y sus enseñanzas estériles. Hoy surgen toda clase de sistemas y métodos que se comercializan pero que solamente hunden más en la desesperación y el sufrimiento a sus seguidores. De pronto tenemos que las doctoras tibetanas son la respuesta; se agota el mercado y se inventan otros igualmente falsos.