Todo mundo nace bajo ciertas leyes mecánicas de la vida. Por ejemplo, las actitudes negativas son mecánicas. Cuando alguien es cruel, la persona ofendida busca venganza. Es el comportamiento mecánico, fruto de la ignorancia. Pero podemos elevarnos por encima de las leyes mecánicas y trascenderlas si comprendemos su naturaleza. Un estado superior de conciencia nos mueve lejos de las redes de las leyes mecánicas. Comprendemos entonces que el pensamiento determina nuestra vida; que nuestras actitudes atraen nuestras experiencias y que nuestros objetivos deciden nuestros destinos. Haz que tu pensamiento y actitudes sean conscientes y verás todo cómo cambia.