Recientemente, los científicos convirtieron la deslealtad sexual en doble castigo para las mujeres. Al sentimiento de engaño y traición, ahora tienen que añadir el de la preocupación ante la posibilidad de padecer un tipo de cáncer, el del cuello del útero. Éste es un tumor cuyo origen es una enfermedad venérea conocida como papilomavirus. Un estudio, recientemente publicado en la revista del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, afirma que las mujeres tienen más posibilidades de desarrollar cáncer del útero -denominado también cérvix- si sus maridos les son infieles. Desde hace ya varias décadas, el sexo y el cáncer del útero han sido relacionados. Los estudios realizados hace ya 25 años demostraron que este tipo de tumor era mucho más frecuente entre las prostitutas que en el resto de la población. Por entonces, la ciencia culpó de estos hallazgos a un virus machista. Sí, escuchó usted bien machista, ya que el hombre lo traslada a la mujer, y es responsable del 96% de los casos de este tipo de cáncer. En cambio, para el hombre es completamente inofensivo. El estudio ha demostrado que este cáncer está estrechamente vinculado a la enfermedad venérea que por lo general se adquiere en contactos múltiples, fuera del matrimonio. También el estudio publicado revela que la progresión del cáncer de cuello del útero tarda hasta 20 años; es decir, la infección puede ocurrir muchos años antes sin que la mujer sepa.