La vida es como un lago. En la superficie ves el movimiento del agua, y sin embargo, la superficie no es más que una parte del lago. Bajo la superficie, en la quietud de las profundidades, conocerás la verdadera esencia del lago, como la de tu propia mente. Al atravesar la superficie, llegas a los espacios que hay entre los pensamientos y puedes entrar en esos huecos. El hueco es vacuidad total o silencio y es indivisible. No importa cuánto cortes el silencio por la mitad, siempre encontrarás silencio. Esto es lo que significa el “ahora”. Por ello es importante encontrar momentos todos los días para estar a solas y observar nuestra mente. Hay que observar los distintos pensamientos que entran y salen y que conducen al siguiente pensamiento. Ser consciente de la frenética actividad mental te ayudará a trascender el desenfrenado ritmo de tus pensamientos. Vas a descubrir la naturaleza creativa que yace dentro de ti y vas a penetrar en ese espacio estático que hay entre los pensamientos. Vas a conocer tu propio universo personal; cómo funciona. Si experimentas miedo, quédate en silencio y adéntrate en las profundidades de tu propia mente.